71 воздушное судно ценой в миллионы евро, оставленные в испанских аэропортах бывшими владельцами, сейчас находятся в стадии признания их окончательно заброшенными, после чего их можно будет выставить на аукцион.
Согласно информации, распространённой компанией AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), больше всего самолетов оставлено в аэропорту Manises Valencia (24) и в аэропорту Мадрид Cuatro vientos (19).Большинство из них — это воздушные суда, которые ранее принадлежали обанкротившимся компаниям.
Есть и такие, которые было проще забросить, чем содержать или утилизировать, потому что просто убрать один самолёт из аэропорта — дорогая операция, которая может стоить до 60`000 евро.
21.01.2019 ● В аэропорту Мадрида ищут хозяина брошенного самолёта. Дали объявление
Странное лидерство по заброшенным самолетам в Валенсии объясняется тем что что в этом аэропорту традиционно наблюдалось самая высокая активность движения легких самолетов, а так же тем, что здешние аэроклубы и школы лётного состава готовят пилотов, — считает автор статьи FERRAN BONO, ссылаясь при этом на мнение AENA.
Самый большой «забывашка» — это Boeing 747, известный как Jumbo, который ранее принадлежал обанкротившейся компании Pronair из города Альбасете. Он «бомжует» в Валенсии с 2009 года. По мнению издания, аномальная ситуация с заброшенными воздушными судами объясняется бюрократической казуистикой и белыми пятнами в законодательстве Испании.
La mayoría son naves que pertenecían a compañías quebradas, con graves problemas financieros o que sus dueños han preferido dejarlas en los aeródromos para no hacerse cargo ni de la deuda acumulada ni del coste de moverlas y sacarlas de las infraestructuras para convertirlas en chatarra, por ejemplo. Retirar un avión puede superar los 60.000 euros simplemente por el traslado, según fuentes del sector.
AENA explica que el elevado volumen de naves abandonadas en Valencia obedece a que su aeropuerto ha contado “tradicionalmente con una gran actividad de aviación ligera, debido a la presencia, hace años, de diversas escuelas de pilotos, un aeroclub y un número considerable de vuelos privados de empresa”. Un enorme Boeing 747, conocido popularmente como Jumbo, es el más icónico. Lleva años ocupando un lateral, fuera de las pistas. Formó parte de la compañía albaceteña quebrada Pronair, que dejó de operar en 2009, dos años después de levantar el vuelo.
Por su parte, el Aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos tiene 19 naves abandonadas porque, según explica AENA, “concentra principalmente operaciones de aviación general, y en él conviven básicamente escuelas de vuelo, de formación de pilotos y tripulantes de cabina de pasajeros, servicios del Estado (Dirección General de la Policía y Dirección General de Tráfico), empresas de trabajos aéreos, de mantenimiento, de formación de técnicos de mantenimiento, de manejos de drones, representantes-instaladores de fabricante de aeronaves, y equipos y empresas de servicios asociados”.
Esas actividades han generado que estas dos infraestructuras cuenten con «un mayor volumen de aeronaves con diversas casuísticas y susceptibles de declararse en situación de abandono», señala la entidad pública encargada de la gestión de los aeropuertos en España.
AENA no aporta, sin embargo, datos sobre las subastas anteriores que ha habido y si se ha podido recuperar algo del gasto generado. En muchas de las subastas celebradas anteriormente no se han encontrado compradores. En 2014, había 99 aviones abandonados en los aeropuertos españoles, según una respuesta que el Gobierno dio al entonces senador socialista Domingo Fuentes Curbelo. Y tenían una deuda acumulada de 2,78 millones de euros. La crisis económica y financiera que estalló en 2008 provocó la bancarrota de compañías y el abandono de muchos aviones.
«Presentamos una moción y varias iniciativas para aliviar ese quebradero de cabeza para AENA, porque ocupan espacio y no generan beneficio», explica por teléfono Fuentes Curbelo, ahora subdelegado de Gobierno en Fuerteventura. Una salida alternativa para algunas de las naves es cederlas para museos y centros educativos o para simulacros de bomberos. «El DC-9 en el que el expresidente de la Generalitat de Catalunya Josep Tarradellas regresó a España del exilio se quedó finalmente en el Museo del Aire de Cuatro Vientos», recuerda Fuentes Curbelo.