
Испания переживает «чрезвычайную ситуацию» в сфере туризма. Об этом заявили предприниматели из Совета по туризму Испании (CEOE), 28 сообщает El Periodico.
Объявление «чрезвычайной ситуации» по туризму предприниматели считают правомерным, поскольку туризм является трактором, который везет за собой ряд других отраслей.
Совет призвал незамедлительно создать и незамедлительно собрать межминистерскую рабочую группу, чтобы обсудить срочные меры, которые способны смягчить тяжелый кризис в туристическом секторе после того, как ряд стран рекомендовал жителям не ездить в Испанию.
Совет провел 28 июля экстраординарное собрание в связи с тяжелой ситуацией, созданной правительством Великобритании. Оно установило карантин для всех приезжающих из Испании и, возможно, что и другие страны присоединятся к этому решению.
Предприниматели считают, что источник этих ограничений на передвижение путешественников из Испании — «не есть реакция на санитарную проблему». Это реакция на отрицательный имидж страны, который транслируется по СМИ, в том числе за рубежом, а также нехватку единства сообщений на государственном уровне.
«Мы генерируем ситуацию постоянной тревоги вместо того, чтобы вписывать данные в контекст, а также информацию о вспышках коронавируса, чтобы они могли быть поняты объективно в других европейских странах», — заявили на совете.
Предприниматели считают, что в первую очередь необходимо договориться с правительством и профсоюзами, чтобы укреплять видение Испании как безопасного места, а также ввести без промедления срочные средства стимулирования спроса.
Специалисты по туризму заявили, что сектор на грани краха, поэтому речь идет не просто о текущем летнем сезоне, а о всем секторе туризма.
Un total de 25 estados, una docena de ellos europeos, imponen aislamientos domiciliarios de hasta dos semanas a quienes lleguen a sus territorios procedentes del español, lo que desincentiva los desplazamientos desde los países de origen de más de la tercera parte de los clientes extranjeros del gripado sistema turístico peninsular
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La cuarentena de dos semanas que desde la medianoche de este 26 de julio impone el Gobierno de Reino Unido a todo viajero que llegue desde España ha aplicado una nueva vuelta de tuerca al sector turístico español, cuyo declive por las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia y su elevada dependencia del exterior amenaza con provocar daños de magnitud desconocida en la economía española, ya que se trata del país de origen de más de la quinta parte (22%) de los visitantes extranjeros que llegan a territorio español cada año.
El anuncio del rescatado gigante alemán del turismo TUI (Touristik Union International) de suspender hasta el 9 de agosto los paquetes entre la península y el Reino Unido, mientras decide si amplia esas restricciones y si las extiende a Baleares y Canarias, es el primer movimiento empresarial de calado tras el establecimiento de las cuarentenas y la exclusión de España de la lista de países seguros en materia de covid-19 que han adoptado varios estados europeos.
La medida del ejecutivo de Boris Johnson tiene unas obvias consecuencias desincentivadoras en el ámbito turístico, ya que, al margen de las decisiones de los grandes operadores, para muchos trabajadores británicos veranear en España supone a partir de este lunes, en el mejor de los casos, la obligación de consumir la mitad de sus vacaciones en un confinamiento domiciliario al regresar.
Pero Reino Unido no es, ni mucho menos, el único país que aplica una medida de ese tipo ni el único en el que se da ese efecto desincentivador, ya que las cuarentenas de dos semanas para quien llegue de España están vigentes, además de en Inglaterra, Escocia e Irlanda, en Bélgica y, para quienes han pasado por el Segrià leridano o La Mariña lucense, en Holanda, mientras que Noruega aplica una de diez días.
Según los datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, otros 19 países, seis de ellos europeos (Bosnia, Estonia, Finlandia, Georgia, Lituania y Rusia), “imponen medidas de cuarentena para viajeros cuyo origen sea España”.
Y, aparte de estos, un total de 111 “han establecido algún tipo de prohibición a la entrada de personas que provengan de España”, en algunos casos dependiendo de la disponibilidad de un PCR negativo en las 36 horas previas a la entrada, o “han suspendido las comunicaciones aéreas y/o marítimas”.
Una factura perdida y otras dos en el aire
Los 25 países que aplican cuarentenas aportan, según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), más de 28 millones de turistas que suman la tercera parte de los 83,7 que visitan España, entre los que destacan los 18,07 millones procedentes de Reino Unido, que es el principal cliente de las playas españolas, mientras que de Bélgica salen 2,53, de Irlanda 2,17, de Holanda 3,7 y de Rusia 1,31.
Solo la ausencia de los visitantes procedentes de esos países supone una merma de ingresos para el negocio turístico español de más de 30.000 millones de euros al cabo del año, ya que, según los datos del INE, el gasto medio de los turistas extranjeros, cuyo viaje promedio dura entre siete y ocho días con un desembolso de algo más de 150 euros por jornada, ya superó el año pasado los 1.100 euros.
La magnitud del pinchazo equivale, prácticamente, a la que supondría para España en términos económicos la inexistencia del sector primario, cuyo volumen de negocio alcanzó el año pasado, sin incluir la agroindustria, los 33.017 millones de euros.