
В традиционном рождественском обращении к нации король Испании Фелипе Шестой затронул четыре основных темы, главной из которых был призыв к единству политических сил в достижении главной цели – экономического и общественного благосостояния страны как социума, а также государства как системы власти.
Говоря об этом, король предупредил, только институциональный консенсус гарантирует стабильность в королевстве и призвал к политическому единству.
Это больше похоже на рождественское пожелание великого чуда, ибо самой структурой государства предусмотрено наличие как действующей власти одной политической силы, так и наличие непримиримой оппозиции, борющейся за место у штурвала власти к королевстве, где у короля её практически нет.
Второй затронутой монархом темой в обращении этого года стал призыв уважать основной закон. Дословно: “Конституция заслуживает уважения, признания и лояльности” (“La Constitución merece respeto, reconocimiento y lealtad”)
Третий тематический блок рождественской речи Дона Фелипе посвящён пандемии, которая в эти дни буквально разбушевалась на территории Испании. Однако, как и полагается в праздничной речи, он предпочёл акцентировать внимание на позитивной стороне ковидной драмы и заявил, что высокие показатели уровня вакцинации в стране могут быть предметом гордости испанцев. Дословно: “Мы можем гордиться процессом вакцинации” (“Podemos estar orgullosos del proceso de vacunación”).
В заключительной части обращения к нации король попытался воодушевить подданных, призвав их не впадать в пессимизм, для которого у жителей Пиренейского королевства, увы, есть все основания, а адекватно реагировать на вызовы обстоятельств, чтобы двигаться вперёд. Дословно в изложении lavanguardia.com: “El Rey llama a no caer en el pesimismo, sino a reaccionar para avanzar”
Y, aunque no era nuevo, ya que esa idea quedó plasmada en su discurso de proclamación, Felipe VI ha resuelto en una frase tanto las peticiones de quienes esperaban que en sus palabras hiciera una referencia a su padre, Mensaje de Navidad de Felipe VI © Casa de S.M. el Rey
De paso también ha reivindicado su papel institucional, a menudo colonizado. Continuando con la argumentación sobre el servicio público, el Rey ha afirmado que los representantes de las instituciones deben “asumir, cada uno, las obligaciones que tenemos encomendadas; respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral”.
También ha puesto deberes a los líderes políticos: “El entendimiento y la colaboración son actitudes necesarias que dignifican las instituciones”. Y recuerda que las diferencias de opinión no deben impedir “consensos que garanticen mayor estabilidad, mayor bienestar en los hogares y den la necesaria tranquilidad a las familias ante su futuro”.
“La Constitución merece respeto, reconocimiento y lealtad”
Y señala la Constitución como el marco de entendimiento. Para el Rey, la Carta Magna es “la viga maestra que ha favorecido nuestro progreso y ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis que hemos vivido. “Merece –ha concluido el Rey– “respeto, reconocimiento y lealtad”. Y no sólo eso, reivindica su vigencia, ya que “nos convoca a la unidad frente a la división, al diálogo y no al enfrentamiento, al respeto frente al rencor, al espíritu integrador frente a la exclusión”.
Para el Rey, la Constitución permitió integrarnos “plenamente en las democracias occidentales”. Ese gran proyecto de transformación, basado en el “esfuerzo y sacrificio de millones de españoles, lo simboliza y representa nuestra Constitución”.
“Podemos estar orgullosos del proceso de vacunación”
A los habitantes de la isla canaria de La Palma que han sufrido los efectos devastadores del volcán se han dirigido sus primeras palabras del Rey –“nuestro corazón y nuestro pensamiento siguen con vosotros”– y ante ellos ha comprometido la ayuda de las administraciones. Es uno de los retos del 2022, como el del 2021 fue frenar los efectos de la covid. Felipe VI ha recordado que hace un año la esperanza estaba puesta en la ciencia, pero aunque “podemos estar orgullosos del proceso de vacunación”, “estamos viendo que el virus aún tiene capacidad de hacernos daño”. Por eso ha pedido “actuar con mayor responsabilidad individual y colectiva”.
Una de las consecuencias, además de las emocionales, tiene carácter social y económico. “Ha aumentado –ha dicho el Rey–las personas en situación de vulnerabilidad, y existe preocupación en muchos hogares por la subida de los precios, el coste de la energía o las dificultades para encontrar un empleo estable, principalmente los jóvenes”.
El Rey llama a no caer en el pesimismo, sino a reaccionar para avanzar
En ese punto, el Rey ha negado la posibilidad de dejarse caer en el pesimismo o en el conformismo y esperar que los problemas se resuelvan solos. “Por el contrario–ha dicho– debemos reaccionar”. Y enumeró los caminos para avanzar: entender y asumir las nuevas transformaciones; tomar la iniciativa y adaptarnos a los cambios, “teniendo siempre claros nuestros grandes objetivos y prioridades como país”.
“Todos deseamos”–ha continuado– un empleo estable y digno; un Estado del bienestar sólido y una sociedad que siga impulsando la igualdad entre hombres y mujeres; favorecer el progreso individual y social; comprometernos en la lucha contra el cambio climático y ser punteros en innovación tecnológica”. Para que los deseos de la sociedad se cumplan, es clave el papel de las instituciones y de los servidores públicos. “El entendimiento y la colaboración son actitudes que dignifican las instituciones; las fortalecen porque generan la confianza de los ciudadanos”.
Tras recordar el compromiso europeísta de España, y las ventajas de una política común, como se ha demostrado en la pandemia, el Rey, ha encorajado a los ciudadanos a actuar con “decisión, capacidad y empuje”, y ha dedicado las últimas frases de su discurso a todas las personas que “también esta noche” velan por nuestra salud, seguridad y servicios públicos.
Una despedida en catalán, euskera y gallego cerró las palabras del Rey, el octavo mensaje de Navidad desde que el 19 de junio del 2014 fue proclamado Felipe VI.