Если один из родителей не хочет вакцинировать общего ребенка от коронавируса, то его необходимо убеждать, а не подавать в суд. Об этом заявил 13 сентября официальный представитель Испанской ассоциации семейных адвокатов Рамон Кинтано, сообщает Испанская радиовещательная и телевизионная корпорация (RTVE).
В Испании активно прививают детей с 12 лет. С 16 лет ребенок может решать самостоятельно, нужна ли ему прививка от коронавируса, однако ребенка младше 16 лет можно привить только с согласия родителей, имеющих родительские права.

По словам Кинтано, в течение последних недель на юридическую консультацию приходит много родители, которые советуются как быть, если другой родитель против вакцинации ребенка от коронавируса в принципе или хочет немного подождать, пока вакцины будут более изучены.
«Наш ответ — попытаться прийти к соглашению и избегать юридического решения проблемы. Большинство слушают нас и не идут в суд», — заявил Кинтано.
Он пояснил, что вопросы вакцинации родители должны решать точно также как вопросы выбора школы, дополнительного образования, лечения и так далее.
Los despachos de abogados confirman que en las últimas semanas han llegado más consultas de padres y madres que se preguntan qué pueden hacer cuando su pareja o expareja no opina lo mismo sobre la vacunación de sus hijos. “No estemos siempre ante progenitores que sean negacionistas. Muchos simplemente piensan: esto se ha hecho muy rápido, esperemos un poco”, afirma Ramón Quintano, vocal de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) a RTVE.es.
“Nuestra respuesta es que intenten llegar a un acuerdo, que eviten judicializar el tema. La mayoría nos hace caso y no se llega al juzgado”, prosigue, y explica que las discrepancias en el ejercicio de la patria potestad ocurren con la vacunación del mismo modo que al decidir sobre el colegio, una ortodoncia, las actividades extraescolares o la comunión, entre otras riñas.
A partir de los 16 años, los menores pueden decidir
A veces no hay acuerdo posible y la solución dependerá, en primer lugar, de la edad del menor. “Si tiene más de 16 años, la ley de autonomía del paciente prevé que ya es mayor de edad a efectos sanitarios”, aclara Quintano. De hecho, desde los bufetes aseguran que también les llegan dudas de padres que querrían impedir la vacunación de sus hijos menores que sí quieren el pinchazo y tienen más de 16 años. Para dichos casos, no hay impedimento posible: los jóvenes pueden decidir por sí mismos.
Ahora, si se trata de menores por debajo de los 16 años y no hay acuerdo entre los padres, corresponde a la magistratura ponderar las particularidades de cada caso “siempre en beneficio del menor” y teniendo en cuenta su opinión. La vacunación COVID está autorizada solo para niños y niñas mayores de 12 años y, a partir de esa edad, la legislación exige al juez que escuche al menor.
La decisión del juez
Aunque este sea un conflicto nuevo en la pandemia de coronavirus, los juristas consultados extrapolan lo observado en resoluciones de personas con discapacidad que no querían vacunarse contra la COVID y de conflictos familiares similares con otras vacunas de la cartilla. Así, de acuerdo con el vocal de la AEAFA, pesará siempre a favor de vacunar que las autoridades sanitarias estén aconsejando llegar al 90 % de la población inmunizada. Incluso, cuando la campaña no ha sido obligatoria.