
Испанская оппозиция, во время острой дискуссии в Конгрессе, обвинила правительство в смерти стариков в домах для престарелых.
В среду, 10 июня, в испанском Конгрессе состоялась острая дискуссия между правительством и оппозиционной правой «Народной партией». Основной темой спора стала ситуация с коронавирусом в Испании. Правительство и «Народная партия» обменялись взаимными обвинениями о причине высокой смертности в домах для престарелых во время пандемии.
Спор начался между главой правительства Педро Санчесом и председателем «Народной партии» Пабло Касадо. Санчес обвинил Касадо в намерении свергнуть правительство, воспользовавшись пандемией, в то время как Касадо заявил, что это именно Санчес и его соратники распространяют «яд» конфронтации.
Санчес, обращаясь к Касадо, спросил: «Какую дорогу выберет Касадо? Конфронтации или единства?». Но Касадо в свою очередь заявил, что именно Санчес и его правительство отвергают все предложения, которые вносит «Народная партия».
Дальше последовала жесткая дискуссия между вице-премьером Кармен Кальво и спикером «Народной партии» Каэтан Альварес де Толедо. Альварес де Толедо заявила, что правительство обвиняет «Народную партию» в намерении свергнуть правительство, и эти обвинения являются обманным маневром, призванным «закамуфлировать ответственность правительства за смерть тысяч испанцев». Кальво в ответ пригласила Альварес де Толедо в кафе, чтобы там «провести продуктивную и интересную дискуссию» о правде и об отношении правительства к правде.
Вице-премьер правительства Иглесиас заявил, о том, что члены «Народной партии» ведут себя «непристойно», отрицая наличие указа главы автономного сообщества Мадрид (глава сообщества — член «Народной партии») не привозить в больницы пожилых людей из домов престарелых. И также пригласил нападавшего на него генерального секретаря «Народной партии» Теодоро Гарсия Эгеа поговорить в кафе. Эгеа обвинил Иглесиаса в том, что он стал «марионеткой Санчеса» и после того как получил кресло в правительстве, «его больше не беспокоят страдания людей».
Enfrentamientos entre Sánchez y Casado, Calvo y Álvarez de Toledo, y García Egea e Iglesias// También polemizaron Grande-Marlaska y Macarena Olona
Gobierno y oposición se echan en cara la crispación y división políticasEl líder del PP, Pablo Casado, replica a Pedro Sánchez desde su escaño con Cayetana Álvarez de Toledo, a su derecha, y Teodoro García Egea, detrás. Foto: Fernándo Alvarado/Efe
El Gobierno y la oposición se echaron en cara ayer en el Congreso el alto nivel de crispación y división políticas en la crisis del coronavirus, y hubo también cruce de reproches entre el Ejecutivo y el PP por la gestión de las residencias de ancianos, de donde proceden la mayoría de fallecidos.
La batalla por repartir las culpas comenzó ya con el cara a cara entre Pedro Sánchez y Pablo Casado.
El presidente del Gobierno acusó a Casado de utilizar la pandemia para intentar “descabalgar” al Ejecutivo, y el líder del PP dijo que son Sánchez y sus socios los que esparcen el “veneno” de la confrontación.
“Qué camino van a tomar señor Casado, el de la bronca o el de la unidad”, le preguntó el líder socialista al jefe de la oposición, al que volvió a reclamar que se sume a los consensos necesarios para la reconstrucción social y económica. Pero Casado insistió en que fue Sánchez quien rechazó todas sus propuestas de pactos.
Este no fue el único cara a cara tenso de la sesión de control, en la que también hubo duros reproches entre la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la portavoz de los populares, Cayetana Álvarez de Toledo, y entre el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.
Calvo invitó a Álvarez de Toledo a un café para tener un “debate productivo e interesante” sobre la verdad y el compromiso que tiene el Gobierno con ella, después de que la portavoz popular acusase al Gobierno de extender el “bulo” de que el PP “apoya un golpe de Estado”, para “camuflar su responsabilidad en la muerte de miles de españoles”.
Y en su respuesta a García Egea, Iglesias consideró una “indecencia” que los populares negasen la existencia de la orden de la Comunidad de Madrid para que no se atendiera a ancianos de residencias en los hospitales.
El vicepresidente segundo también propuso un café a García Egea, quien llamó a Iglesias “monaguillo de Sánchez” y le espetó que “tras haber conseguido el sillón ya no le duele el sufrimiento de la gente”, informa Efe.
Entre tanto cruce de acusaciones, el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, pidió al presidente del Gobierno que “aparque” las batallas ideológicas dentro de su Ejecutivo, “desmandado” con sus ataques a la oposición y algunas comunidades.
Sánchez le respondió con la promesa de que hará “todo lo posible y más” para conseguir ese clima de entendimiento, una voluntad de la que Ciudadanos –partido con el que lleva ya varios pactos– fue “testigo”.
Con el mismo clima conciliador respondió el Gobierno a otro de sus socios en las votaciones de estos últimos meses, el PNV. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ponía a ese partido como ejemplo del “tono constructivo” que debe marcar “una nueva forma de hacer política” en la que, remarcó, “nos necesitamos todos”.
Pero la bronca volvió en otras ocasiones, como cuando la ministra de Igualdad, Irene Montero, se enfrentó a la diputada del PP Margarita Prohens por acusar al Gobierno de animar a miles de mujeres a participar en las manifestaciones del 8M “cuando conocía el alto riesgo de contagio que ello suponía”.
“Vigilen, que están muy ocupados con el 8M, a la señora (Isabel Díaz) Ayuso que ha prohibido trasladar a los ancianos a los hospitales”, recomendó la ministra a los populares.
No menos bronco fue el enfrentamiento entre el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la diputada de Vox Macarena Olona.
Grande-Marlaska retó a Olona a que hable de su pasado, como esta amenazó, porque él es hoy el mismo que hace 20 años combatía a ETA.
“Me he librado hace mucho de la mirada de la dictadura ajena, pero también de los silencios”, le espetó el titular de Interior a la parlamentaria de Vox cuando en la sesión de control al Gobierno del Congreso Olona le instó a que diga cómo hace 20 años en Bilbao “tuvieron que recordarle que la lucha contra ETA no es compatible con la cobardía”.
Todo en una sesión de control en la que también se habló de economía.
Pedro Sánchez se comprometió ante la portavoz de Bildu, Mertxe Azipurua, a que la salida de esta crisis será justa y en positivo, pero advirtió de que habrá que atajar en el futuro un déficit elevado del entorno del 10 % del PIB. “Se tendrá que atajar en el futuro (el déficit). Primero espoleando el crecimiento económico y luego con una reforma fiscal justa”, recalcó el jefe del Ejecutivo.