Испанская прокуратура запросила пять лет и три месяца тюрьмы для исполнителя в стиле рэп Пабло Аселя, из-за ареста которого в стране ранее произошли массовые протесты. Об этом 1 марта сообщает газета El Mundo.
Уточняется, что такой запрос прокуратура сделала в связи с инцидентами, которые произошли в ходе протестов весной 2018 года, произошедших из-за задержания в ФРГ бывшего главы правительства Каталонии Карлеса Пучдемона, когда была произведена попытка нападения на представительство правительства страны в городе Льейда.
Асель вместе с рядом лиц обвиняется в нарушении общественного порядка, нападении на представителей власти, а также в нанесении травм и причинении ущерба.
Отметим, ранее рэпер Пабло Асель получил девять месяцев лишения свободы за прославление терроризма и оскорбление короны в своих сообщениях в соцсети Twitter и в песне, клип на которую был размещен в видеохостинге YouTube.
El edificio y varios vehículos policiales sufrieron daños y cuatro mossos fueron lesionados. La Abogacía del Estado está personada en la causa penal para reclamar la indemnización por los daños materiales. No así la Generalitat, que no se ha personado contra Hasel para acusarlo por agresiones a los agentes.
El escrito de acusación presentado en el juzgado de instrucción número 1 de Lérida mantiene que el rapero Pablo Hasel ya encarcelado y otros 10 acusados formaron parte del grupo que incitó a la muchedumbre y dirigió el ataque a los mossos d’Esquadra que custodiaban el edificio. Su intención, según el Ministerio Público, era desbaratar el operativo de protección y «acceder al edificio», símbolo del gobierno central en la ciudad.
«Previo acuerdo con otras personas no identificadas, [los acusados] empujaron a las líneas policiales hacia el edificio, gritando e incitando al resto de los 3.000 manifestantes que al menos allí se encontraban a hacerlo», afirma la Fiscalía.
PATADAS Y EMPUJONES
«Durante el transcurso de la acción», prosigue el escrito presentado en diciembre, «todos los acusados, con evidente intención de alterar la paz pública, acorralaron a los agentes por medio de patadas y empujones que propinaban ayudándose del anonimato que ofrece la masa de gente que allí se congregaba, provocando que los agentes fueran retirando poco a poco hasta el umbral de la puerta de entrada del edificio de la Subdelegación del Gobierno».
Con los policías ya tocando con sus espaldas la puerta e imposibilitados de retroceder más, «los acusados, junto con la masa de gente virulenta y envalentonada por la situación, siguieron arrinconando a los agentes, le sustrajeron las emisoras de radio, les lanzaron objetos (monedas, huevos, arroz…)». También arrancaron los plásticos de las furgonetas de los Mossos y se los arrojaron a los agentes y al edificio, donde también hicieron pintadas y rompieron la valla de seguridad del acceso al aparcamiento.