
Hace un año, el actor de Hollywood Richard Gere y su esposa, la activista española Alejandra Silva, decidieron dar un giro radical a sus vidas y se mudaron de Estados Unidos a Madrid. Esta decisión se acompañó de la venta de su impresionante finca en Connecticut, que se subastó por la considerable suma de 10,75 millones de dólares. Sin embargo, su reciente regreso a Estados Unidos se vio empañado por un hallazgo desagradable: el acceso a su antigua casa les está cerrado para siempre, ya que no queda ni rastro de la propiedad.
La historia de esta finca es bastante peculiar. Construida en 1938, la mansión contaba con seis dormitorios y once baños, rodeada de un exuberante jardín con piscina, y durante veinte años fue el hogar familiar del legendario músico Paul Simon y su esposa Edie Brickell. Fue su hija, Lulu Simon, quien desató el escándalo. Según ella, cuando Richard Gere compró la casa prometió conservarla en su estado original y respetar su historia. Sin embargo, el actor vendió la propiedad a un promotor inmobiliario que tenía planes completamente distintos.
El nuevo propietario no tardó en dividir la extensa finca en nueve parcelas independientes y ordenó demoler la histórica construcción para levantar modernas villas. La reacción de Lulu Simon fue inmediata y sumamente emotiva. En declaraciones públicas manifestó una profunda decepción y resentimiento hacia Gere por haber incumplido su promesa. La tensión llegó a tal punto que, llevada por la ira, recurrió a amenazas esotéricas, deseando que los espíritus de las mascotas fallecidas de la familia acosaran al actor. Por fortuna, antes de que las excavadoras entraran en acción, se logró retirar y conservar los elementos arquitectónicos más valiosos de la mansión, que ahora formarán parte de otra historia.
Ahora, cuando solo quedan recuerdos del antiguo esplendor y Lulu Simon se ha volcado por completo en su carrera musical, Richard Gere y Alejandra Silva se han establecido nuevamente en Estados Unidos. El actor está muy involucrado en la promoción de un documental sobre el Dalai Lama y, junto a su esposa, continúan impulsando su fundación benéfica. Aunque su base principal ha vuelto a ser Estados Unidos, la pareja no planea romper sus lazos con España y tiene la intención de seguir visitando el país, que fue su segundo hogar durante todo un año.






