Las autoridades de Alicante están considerando un nuevo modelo de desarrollo de la infraestructura urbana, apostando por la colaboración con capital privado. En la agenda destaca la creación de un gran complejo deportivo en la exclusiva zona de Playa de San Juan. La iniciativa prevé aprovechar una extensa parcela municipal de casi 300.000 metros cuadrados, situada entre las áreas PAU 4 y PAU 5, a lo largo de la Avenida de las Naciones. Este espacio se plantea como una extensión natural de las actuales zonas verdes de La Marjal y Sergio Melgares.
La idea parte de una empresa local con experiencia en la gestión de instalaciones deportivas bajo concesión. Los promotores ya han preparado y presentado al Ayuntamiento un estudio técnico y económico. Ahora la administración municipal, encabezada por el alcalde Luis Barcala, debe analizar la propuesta y decidir su futuro. Si el informe es favorable, se convocará un concurso público para seleccionar la empresa que obtendrá los derechos de construcción y explotación del terreno municipal. Según las primeras informaciones, está previsto construir un gran campo de fútbol, canchas polideportivas, una pista de atletismo y una amplia zona verde para el ocio.
Este tipo de colaboración no es nuevo para Alicante. Un esquema similar se utiliza para el ambicioso proyecto “Ciudad del Baloncesto”, impulsado por la fundación Lucentum. Este proyecto está valorado en 11 millones de euros e incluye la construcción de un pabellón cubierto, varias canchas de baloncesto y una residencia con capacidad para albergar hasta 180 deportistas. Además, ya funcionan con éxito en la ciudad los centros deportivos Stadio y Arena, creados bajo un modelo concesional similar. Cabe destacar que este último, Arena, fue recientemente adquirido por un fondo internacional de inversión tras su venta por parte de la familia Palacio.
Es llamativo que el propio ayuntamiento ya había estudiado opciones para el desarrollo de esta zona. En el pasado, se encargaron dos proyectos independientes que preveían una urbanización por fases. La primera fase estaba centrada en infraestructuras deportivas, mientras que la segunda contemplaba la integración del espacio con el parque Sergio Melgares. En esta segunda etapa se planteaban la creación de un skate park, un pump track, otro campo de fútbol, dos pistas polivalentes semi-cubiertas con vestuarios, un parking y un circuito específico para BMX apto para competiciones internacionales.
El aspecto financiero resulta atractivo para el presupuesto municipal. El inversor asume por completo los gastos de construcción a cambio del derecho de uso y gestión de los equipamientos durante un largo periodo. Esto permitirá al Ayuntamiento disponer de instalaciones modernas sin recurrir a desembolsos directos del presupuesto y evitando los largos procesos de licitación pública que a menudo retrasan los proyectos durante años.
Este plan debe diferenciarse de otras iniciativas deportivas privadas en la región. Por ejemplo, el club de fútbol «Hércules» impulsa la idea de su propia ciudad deportiva en suelo agrícola, lo que requiere el complejo trámite de obtener la Declaración de Interés Comunitario. También existe el proyecto Alicante Park del club «Intercity», que prevé la construcción de un complejo multifuncional con un estadio para 20.000 espectadores, aunque su tramitación administrativa aún no ha tenido avances visibles.
