
A partir de 2025, los ciudadanos rusos ya no podrán obtener visados Schengen de entradas múltiples para viajar a Europa. La Comisión Europea anunció oficialmente el fin de la emisión de estos visados, como parte de un nuevo paquete de medidas restrictivas. Ahora, los rusos deberán solicitar un nuevo visado para cada entrada en los países de la Unión Europea, incluso si sus viajes son consecutivos.
Anteriormente, los ciudadanos rusos podían obtener un visado múltiple que les permitía moverse libremente por los países de la zona Schengen durante un periodo prolongado. Sin embargo, las nuevas normas eliminan por completo esta posibilidad. A partir de ahora, cada vez que planifiquen un viaje, los rusos tendrán que pasar nuevamente por todo el procedimiento de solicitud de visado, lo que complica y encarece notablemente los desplazamientos.
La introducción de estos cambios está relacionada con el endurecimiento de la política de la Unión Europea hacia Rusia. Aunque no se ha impuesto una prohibición total de visados, las nuevas reglas hacen que viajar a Europa sea mucho menos accesible para los rusos. Las autoridades comunitarias subrayan que la medida no es temporal y se mantendrá vigente hasta nuevo aviso.
La reacción en Rusia a estas novedades ha sido, como era de esperar, negativa. Muchos señalan que incluso los viajes cortos, como escapadas de fin de semana o viajes de negocios, ahora serán más complicados. Las agencias de viajes ya anticipan una caída de la demanda de destinos europeos entre los rusos. Al mismo tiempo, la Comisión Europea no descarta futuros cambios en la política de visados si la situación requiere medidas adicionales.
Aún no está claro cómo afectarán las nuevas normas a los ciudadanos de otros países con vínculos con Rusia, ni a quienes ya disponen de visados múltiples vigentes. Sin embargo, es evidente que para la mayoría de los rusos, viajar a Europa ahora implicará muchas más dificultades y pérdida de tiempo.






