
Joaquín Sánchez y Susana Saborido han sido considerados durante muchos años una de las parejas más sólidas y carismáticas de España. Sus apariciones públicas y publicaciones en redes sociales siempre están llenas de humor y calidez, proyectando la imagen de una pareja ideal. Sin embargo, detrás de esta fachada brillante, como se ha revelado, también existen dramas propios. Recientemente, participando en uno de los programas de televisión junto a otra pareja famosa, el torero Manuel Díaz ‘El Cordobés’ y su esposa, Joaquín y Susana decidieron compartir detalles sobre la etapa más difícil de su vida en común.
Todo ocurrió durante una sección de juegos del programa, donde los participantes debían responder preguntas comprometidas o probar comida extremadamente picante. Cuando les preguntaron sobre la crisis más grave en su relación, Susana se negó rotundamente a dar detalles, señalando solo que habían pasado por muchos momentos difíciles, pero que el principal de ellos era una historia demasiado personal. No obstante, su esposo, el legendario futbolista, consideró que era momento de sincerarse y tomó la palabra para contar lo que casi puso fin a su matrimonio.
La conversación no giró en torno a los recientes rumores que agitaron a la prensa, sino a acontecimientos mucho más antiguos. Joaquín llevó a los oyentes a la época en la que jugaba para el club italiano Fiorentina. Este paso profesional, que debía marcar un nuevo y brillante capítulo en su carrera, se convirtió en una auténtica prueba para su familia. Los primeros meses en Italia, según el propio deportista, fueron increíblemente difíciles. La familia se enfrentó a un aislamiento cultural y a complicaciones de adaptación. Apenas se relacionaban con nadie y se sentían extraños en el nuevo país.
La situación se sentía especialmente difícil debido a los hijos. Las hijas empezaron en una nueva escuela y la experiencia resultó traumática para ellas. La esposa del futbolista confirmó sus palabras, añadiendo que su hija mayor, Daniela, vivió la situación con particular intensidad. Para Susana, como madre, aquello fue la gota que colmó el vaso. Estaba tan angustiada y preocupada por el estado de su hija que puso un ultimátum: si la niña no lograba adaptarse, regresarían de inmediato a España sin importar el contrato de su marido.
Esa enorme presión externa inevitablemente afectó también la relación de la pareja. «Nos sobrepasó», confesó Joaquín, describiendo el sentimiento general de desesperanza que los envolvía en ese momento. La situación se volvió incontrolable y parecía que su matrimonio se resquebrajaba ante el peso de los problemas acumulados. Era su primera experiencia viviendo en el extranjero y no estaban en absoluto preparados para afrontarla.
Sin embargo, fue esta dura prueba la que, en última instancia, no destruyó su unión, sino que la fortaleció. La pareja encontró la fuerza para apoyarse mutuamente y superar todas las dificultades juntos. Lograron superar ese difícil periodo que, según confesó Joaquín, fue uno de los más duros de su vida. Al compartir esta historia, el futbolista mostró visible alivio, hablando ante el público no solo de sus triunfos en el campo, sino también de una importante batalla personal de la que su familia salió vencedora.






