
El 10 de octubre, el Palacio Vistalegre de Madrid será escenario de un evento esperado con ansiedad y cierta inquietud por los seguidores del dúo Andy y Lucas. No se trata simplemente del último concierto de la gira «Nuestros últimos acordes», sino del punto final a más de dos décadas de carrera conjunta. Sin embargo, en lugar de una nostálgica despedida, la ruptura de los artistas se ha visto empañada por una serie de disputas públicas y reproches mutuos que han convertido el final de su trayectoria artística en un auténtico drama.
Las primeras señales de fractura en la relación salieron a la luz pública ya en mayo de este año. Entonces, la prensa filtró información sobre una fuerte discusión entre los músicos en el camerino durante una de sus actuaciones. Testigos que estaban tras la puerta afirmaron haber escuchado no solo voces elevadas, sino también gritos y golpes. La situación parecía tan grave que solo Lucas salió al escenario para terminar el concierto. La versión oficial sostenía que Andy había sufrido una lesión y no pudo continuar. El propio Lucas intentó después restar importancia al asunto, asegurando que solo estaban bromeando y que el hematoma de su compañero se debía a una caída en una rampa mojada del escenario. Andy, por su parte, achacó el daño a una vieja lesión futbolística. Pero estas explicaciones no convencieron a casi nadie.
Los acontecimientos posteriores solo avivaron la polémica. En una de las entrevistas, Lucas habló con bastante franqueza sobre la distribución de roles en el dúo. Se presentó como el motor empresarial del grupo, responsable de los contratos y los temas organizativos, insinuando que a Andy le faltaba «disciplina» para asumir tales compromisos. Andy Morales guardó silencio durante mucho tiempo, pero luego publicó en redes sociales una frase significativa sobre que es mejor ganar en silencio, dejando que los demás piensen que estás perdiendo. Más tarde confesó a los periodistas que desde mayo atraviesa un periodo muy difícil e incluso estuvo a punto de cancelar toda la gira de despedida. El músico afirmó con firmeza que no ve posible seguir cantando junto a Lucas y que está decidido a construir una carrera en solitario, aunque esto no le reporte grandes ingresos.
La ruptura parece haberse vuelto irreversible. Según la información más reciente, la comunicación entre los antiguos amigos se ha interrumpido por completo. Ahora, todos los asuntos laborales los gestionan únicamente a través de sus abogados. El periodista Saúl Ortiz informó que Andy ya está trabajando activamente en el estudio y ha grabado al menos dos temas en solitario que probablemente saldrán a la luz a principios de 2026. Sus intenciones son más que serias, y está lleno de entusiasmo por comenzar una nueva etapa en su vida.
Así, a solo una semana de su última actuación, el ambiente en torno al dúo está más tenso que nunca. A los seguidores solo les queda especular si los artistas podrán dejar sus diferencias atrás del escenario y ofrecer al público una emotiva despedida digna de su larga trayectoria. O si, por el contrario, el conflicto interno saldrá a la luz en pleno espectáculo, poniendo una mancha en la historia de «Andy y Lucas» en lugar de un cierre.





