
La heredera al trono de España, la princesa Leonor, llegó el 1 de septiembre a Murcia para iniciar su tercer y último año de formación militar. Esta nueva etapa tendrá lugar en la Academia General del Aire y del Espacio en la ciudad de San Javier. Con el rango de alférez, se unirá a 74 estudiantes de cuarto curso, completando así su ciclo integral de educación militar.
Como subrayó el Ministerio de Defensa, no habrá privilegios para la princesa. Su formación se desarrollará en igualdad de condiciones, como ya ocurrió anteriormente en la Academia General Militar de Zaragoza y en la Escuela Naval Militar de Marín. Antes de volar en el avión de instrucción Pilatus C-21, la heredera deberá completar un curso teórico de un mes y pasar unas 50 horas en un simulador de vuelo moderno.
La rutina diaria en la academia se caracteriza por su rigor e intensidad. El día comienza a las 6:30 de la mañana. Tras las actividades matutinas y el desayuno, las clases se inician y se prolongan desde las 8:00 hasta las 15:00, con pausas para deporte y almuerzo. Después de un breve descanso, la formación continúa de 16:00 a 18:00. Por la tarde, los cadetes, incluida la princesa Leonor, pueden dedicar tiempo a la preparación individual o a paseos por San Javier.
Para la princesa, esta ciudad de Murcia con una población de unos 35 mil habitantes será su nuevo hogar tras un largo viaje a bordo del buque escuela «Juan Sebastián Elcano». San Javier, situado en la parte norte de la costa del Mar Menor, es conocido como un popular destino turístico.
La ciudad y sus alrededores ofrecen numerosas opciones de ocio. En primer lugar, destacan sus playas, ideales para nadar y practicar deportes acuáticos. En días de mal tiempo, se puede pasear por el paseo marítimo de Santiago de la Ribera o visitar la histórica iglesia de San Francisco Javier, que refleja el espíritu del casco antiguo.
Quienes deseen conocer en profundidad la historia militar de la región, que ahora explora personalmente la princesa, pueden visitar el Museo Aeronáutico del Mar Menor. También en la ciudad se encuentra el original Museo de los Belenes. Para disfrutar del aire libre, es ideal el Parque Almansa, y los amantes de la naturaleza pueden acercarse al parque natural de las salinas y arenales de San Pedro del Pinatar, donde es posible observar flamencos. Además, son populares las excursiones marítimas a las islas volcánicas Grosa y El Farallón.
La cultura gastronómica de la región es igualmente rica. En los mercados locales se pueden encontrar productos frescos y disfrutar de un ambiente tradicional. Entre los platos emblemáticos destacan el caldero del Mar Menor — un espeso arroz caldoso con pescado —, los salazones y la popular tapa «marineras». Merece especial mención el pastel de cierva, un pastel único que combina sabores dulces y salados. Se cree que la receta llegó a San Javier en el siglo XIX gracias a un chef de un barco ruso anclado en el Mar Menor.
Entre los establecimientos recomendados por los amantes de la cocina local destacan el restaurante Los osos golosos, con platos creativos a base de productos locales; Atiphico, que sorprende con originales fusiones de sabores; y Txio Revuelo, muy valorado por los visitantes. Para los turistas que deseen hospedarse en la ciudad, existen varias opciones de alojamiento: desde el Hotel Sol y Mar Apartamento con acceso directo a la playa, hasta Blue Lago Jardín en el paseo marítimo, que cuenta con terraza y jacuzzi.






