
En el centro de Huelva, en el sur de España, arqueólogos han realizado un hallazgo excepcional: durante las excavaciones en el terreno donde se ubicaba antiguamente la sede de Hacienda, fue descubierto un recipiente con restos de un plato preparado hace más de dos mil quinientos años. El estado de conservación sorprendió a los especialistas: el plato se ha preservado tan bien que parece recién cocinado.
Las excavaciones se llevaron a cabo en una zona donde antes había instalaciones portuarias que datan de los siglos VI–V antes de nuestra era. Precisamente allí, entre numerosos fragmentos de cerámica, los investigadores hallaron una vasija de barro con restos de un antiguo guiso. El análisis demostró que el plato tenía como base carne de un animal rumiante y se le añadían frutas. Actualmente los científicos continúan identificando la composición exacta de los ingredientes.
Alrededor del hallazgo se encontraron unos 3.000 fragmentos cerámicos, lo que evidencia la intensa vida comercial y social del antiguo puerto. Según los expertos, hallazgos de este tipo son sumamente raros en la Península Ibérica y permiten obtener una nueva perspectiva sobre la vida cotidiana y los hábitos gastronómicos de los habitantes de la civilización tartésica.
La extraordinaria conservación del plato se explica por las características de las aguas subterráneas locales. Normalmente, el alto nivel de agua dificulta los trabajos arqueológicos, pero en este caso favoreció la conservación de las grasas y otros restos orgánicos. Gracias a ello, los científicos lograron identificar incluso la estructura de los triglicéridos que se han mantenido en el alimento durante milenios.
El hallazgo ha despertado el interés no solo de historiadores, sino también de representantes de la comunidad gastronómica. Tras completar los análisis de laboratorio, se planea recrear la receta antigua y ofrecerla tanto a los residentes como a los visitantes de Huelva. La idea es convertir este plato histórico en un símbolo culinario de la ciudad, uniendo pasado y presente a través de la gastronomía.
Las autoridades de Huelva están considerando la posibilidad de incluir la receta descubierta en proyectos culturales y turísticos. Se espera que este hallazgo único forme parte de la exposición en el museo y que inspire a los restaurantes locales a crear la «tapa Tartésica», un plato basado en la receta ancestral.
Este éxito arqueológico pone de relieve la riqueza del patrimonio histórico de Andalucía y abre nuevas perspectivas para el estudio de la vida cotidiana de los pueblos antiguos que habitaron el sur de España. El hallazgo en Huelva ya ha atraído la atención tanto de la comunidad científica como del público en general, y su relevancia trasciende la arqueología, abarcando temas de identidad, cultura y la gastronomía contemporánea de la región.





