
Con la llegada del otoño, en pleno corazón de la provincia de Cáceres se crea una atmósfera especial. Los bosques y senderos del Valle del Ambroz se llenan de colores vivos y aromas frescos, atrayendo tanto a los amantes de los largos paseos como a quienes disfrutan de los descubrimientos culinarios. Entre septiembre y noviembre, los bosques de la zona se cubren literalmente de setas, y todo aquel que visita estos parajes puede probar suerte como recolector.
En estos lugares se pueden encontrar verdaderos tesoros: níscalos, boletus, rebozuelos e incluso especies raras de hongos muy valoradas por los chefs locales. Destacan especialmente los pinares de los Montes de Granadilla, donde los níscalos aparecen con mayor frecuencia. En los robledales y praderas, durante el otoño crecen boletus, considerados auténticos manjares.
El Valle del Ambroz no es solo un destino para recolectar setas. En municipios como Baños de Montemayor, Hervás y Aldeanueva del Camino perviven tradiciones relacionadas con el trabajo de la madera y el cultivo de castaños. Hoy, a estas actividades se suma la creciente afición por las setas, lo que hace a la región especialmente atractiva para quienes aprecian la cocina de temporada y la naturaleza.
La recolección de setas en Ambroz no es solo un pasatiempo. Cada año aquí se celebra el «Otoño Mágico» (Otoño Mágico), una serie de eventos dedicados a las setas y todo lo relacionado con ellas. Tanto los habitantes locales como los visitantes participan en talleres, excursiones por el bosque y degustaciones, donde se puede aprender a distinguir las especies comestibles de sus peligrosos parecidos. En los hoteles rurales y restaurantes durante esta época se sirven platos en los que las setas son las protagonistas, mostrando la cocina local desde una nueva perspectiva.
El valle de Ambroz es el lugar perfecto para quienes buscan no solo paisajes hermosos, sino también nuevos sabores. Aquí, el otoño se convierte en una verdadera fiesta para los amantes de la naturaleza y la gastronomía.




