
En 2025, entraron en vigor en España nuevas restricciones para los vehículos que no cumplen con los actuales estándares medioambientales. Aunque algunas municipalidades no lograron implementar a tiempo las zonas de bajas emisiones, cuatro grandes ciudades ya han adoptado medidas estrictas para el transporte con características obsoletas.
Según la nueva normativa, los vehículos diésel matriculados después de 2006, así como los de gasolina fabricados desde enero de 2001, que sólo cumplen con los estándares EURO 4 y 3 respectivamente, ya no pueden circular libremente por las zonas especiales. Estas medidas buscan reducir las emisiones contaminantes y combatir la polución del aire, marcando la diferencia de estas ciudades respecto a decenas de otros municipios de más de 50.000 habitantes donde los plazos de implantación de zonas similares no se han cumplido.
Las restricciones más severas se aplican en Madrid. En la capital de España, los vehículos con distintivos ambientales B y C no pueden acceder a la zona central con condiciones especiales de protección, salvo que el conductor aparque el coche en un estacionamiento privado o público. Bilbao, la segunda ciudad más poblada donde se han implementado medidas similares. Aquí, la prohibición de entrada para vehículos con baja categoría ecológica está vigente de 7 de la mañana a 8 de la tarde en días laborables. Getafe también ha limitado la circulación de vehículos con distintivo B en su zona de bajas emisiones. Por su parte, Estepona (provincia de Málaga) se convirtió en la ciudad más pequeña donde se han establecido tales restricciones: aquí la prohibición está activa de 8 de la mañana a 9 de la noche.
En Madrid hay excepciones para ciertas categorías de ciudadanos. Los residentes del distrito central que posean vehículos de cualquier clase ambiental —B, C, ECO o 0— pueden acceder a la zona de manera permanente. También se permite el acceso a personas con movilidad reducida y a quienes se dirigen a un aparcamiento. Además, existen autorizaciones y invitaciones especiales que permiten a terceros entrar con coches con distintivo B o incluso sin categoría ambiental. Los vehículos utilizados en tareas de interés público, incluidos los de la policía, las fuerzas armadas y otros servicios estatales, tampoco están sujetos a las restricciones.
Las empresas y los autónomos que operan dentro de la zona pueden solicitar hasta tres permisos permanentes, así como obtener invitaciones puntuales para acceder.
Por infringir las nuevas normas se prevén sanciones graves. Entrar en la zona de bajas emisiones sin el permiso correspondiente en un vehículo con etiqueta B se considera una infracción administrativa grave. La multa por esta acción puede alcanzar los 200 euros.






