
El periodo de calor atípico para septiembre en España está llegando a su fin. En los próximos días, los habitantes del país experimentarán un descenso significativo de las temperaturas y verán el regreso de las lluvias, que hace tiempo no alegraban a la mayoría de las regiones.
La última semana ha sido especialmente calurosa: en algunas zonas del sur y del centro, los termómetros superaron los 35 grados, y en puntos concretos de Andalucía y Extremadura la temperatura rozó los 38°C. Al mismo tiempo, en las Islas Canarias se registró calima y el cielo sobre gran parte de la península Ibérica permaneció despejado. Sin embargo, ya se aproxima aire fresco atlántico, que traerá el esperado alivio.
Los meteorólogos señalan que en las regiones del norte y del centro del país la temperatura bajará especialmente de forma brusca: la diferencia respecto a días anteriores será de entre 6 y 10 grados. Las ciudades donde hasta hace poco se rozaban los 35°C verán ahora máximas de 26 a 27°C. En la costa cantábrica y Galicia, las temperaturas diurnas podrían incluso bajar de 25°C, lo que supondrá un contraste notable tras el reciente calor.
Las regiones del sur se enfriarán más lentamente, pero allí también el calor irá remitiendo poco a poco. En Andalucía, las temperaturas máximas bajarán hasta los 30°C, lo que ya se percibe como un alivio tras picos cercanos a los 40 grados. En las Islas Canarias el descenso será menos notable, pero también allí se notará un ligero refresco y el polvo en el aire comenzará a disiparse.
El descenso de las temperaturas viene acompañado no solo por una bajada térmica, sino también por el regreso de las precipitaciones. En las regiones del norte, especialmente en Cantabria, Navarra, La Rioja y algunas zonas de Aragón, se esperan lluvias y tormentas, en ocasiones con fuerte actividad eléctrica. En los Pirineos (Pirineos) podrían darse chubascos locales, que pueden ser bastante intensos.
Los meteorólogos destacan que este cambio de tiempo pone fin a un prolongado periodo veraniego que se extendió desde principios de septiembre. Aunque todavía no se trata de una transición completa al otoño, la bajada de temperaturas y las lluvias en las regiones del norte generarán una atmósfera que muchos ya esperaban. Durante la próxima semana, las temperaturas se mantendrán dentro de los valores normales para la época y el cielo estará frecuentemente cubierto de nubes. España se prepara para el cambio: en el norte volverán a ser necesarios los paraguas, en el centro las chaquetas ligeras y el calor dejará paso al esperado frescor.






