Durante casi año y medio flotó en el aire la pregunta: ¿cuándo el líder socialista se verá en el centro de la investigación del Senado sobre el mediático caso Koldo? De manera inesperada, y en contra de declaraciones previas, Alberto Núñez Feijóo ha dado este paso. Ya en octubre, Pedro Sánchez deberá comparecer ante el Senado, donde le esperan preguntas difíciles y la atención minuciosa de la oposición.
Dentro del propio Partido Popular, la decisión sorprendió incluso a muchos senadores. Algunos temen que las expectativas sobre el interrogatorio a Sánchez puedan resultar exageradas. En los pasillos del Senado se comenta si el presidente podrá soportar la presión y si esto provocará nuevas sacudidas políticas.
¿Por qué precisamente ahora? El Partido Popular pospuso durante mucho tiempo la citación a Sánchez, argumentando la necesidad de reunir más pruebas. Sin embargo, en los últimos meses el contexto cambió: ante nueva información sobre posibles irregularidades financieras en el entorno del exministro de Transportes José Luis Ábalos y el creciente acoso por parte de Vox, Feijóo decidió actuar. En el partido reconocen que el avance de sus competidores los obligó a acelerar los acontecimientos para no parecer indecisos ante el electorado.
Esta semana, el Senado ya había anunciado la citación de varias figuras clave de la dirección socialista, pero el nombre de Sánchez no figuraba en la lista hasta el último momento. Todo cambió tras la publicación del informe sobre los gastos sospechosos de Ábalos, quien no pudo explicar el origen de una suma significativa de dinero. En el Partido Popular están convencidos de que esto es solo el comienzo y que en breve aparecerán nuevos materiales relacionados con otros altos cargos.
Está previsto que Sánchez comparezca en el Senado a finales de octubre, después de que Ábalos y Koldo hayan ofrecido su testimonio. Esto debería generar una secuencia de acontecimientos llamativa, manteniendo la atención pública sobre el tema de la corrupción en el gobierno. Además, la fecha coincide con el aniversario de una tragedia que costó la vida a cientos de personas, lo que podría aumentar aún más el impacto social.
Si Sánchez realmente acude a la audiencia, será solo el segundo presidente del Gobierno en ejercicio que participa personalmente en una investigación parlamentaria. Antes que él, solo José Luis Rodríguez Zapatero afrontó una situación similar en 2004. Los demás líderes del país prestaron declaración después de dejar el cargo.
En las próximas semanas se espera la publicación de nuevos informes que podrían salpicar a otros políticos conocidos. En el Partido Popular confían en que esto les ayude a mantener la iniciativa y evite que Vox marque la agenda. Se avecina un otoño político tenso, con apuestas muy altas para todos los actores.
