
Sumergirse en aguas termales mientras afuera hace fresco es un placer que, en Alange, se convierte en un auténtico viaje al pasado. Aquí, en el corazón de Extremadura y a pocos minutos de Mérida, existe un balneario que no solo invita al relax, sino que transporta a sus visitantes a la época de la Antigua Roma.
El complejo de baños termales, construido en el siglo II, sigue funcionando hoy en día y se considera el único en Europa donde es posible bañarse en auténticas termas romanas. No es de extrañar que este lugar forme parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Durante mucho tiempo los habitantes locales ni siquiera sabían de este reconocimiento, pero ahora la localidad vive un auténtico auge turístico.
Un balneario histórico con el confort de hoy
Las termas de Alange son mucho más que un monumento arquitectónico. Aquí se combinan los antiguos baños donde descansaban los patricios romanos con modernas zonas de hidroterapia. El agua brota del manantial local a 28 grados y cuenta con una composición única de minerales como radón, litio, magnesio, calcio y sodio. Gracias a estas propiedades, los tratamientos en Alange están recomendados para recuperarse del estrés, tratar articulaciones, problemas vasculares y enfermedades crónicas del sistema respiratorio.
A disposición de los visitantes hay piscinas con hidromasaje, baños turcos con mármol caliente, envolturas de parafina e incluso salas especiales para relajación. Todo ello rodeado de una atmósfera tranquila, donde solo se escucha el murmullo del agua y se respira historia.
Una nueva etapa de desarrollo y auge turístico
Durante mucho tiempo, pocos sabían que las termas estaban incluidas en la lista de la UNESCO. Pero ahora, cuando el estatus de patrimonio cultural se ha hecho ampliamente conocido, el flujo de personas interesadas en descubrir y experimentar los antiguos tratamientos ha crecido notablemente. Las autoridades locales y la administración del balneario están trabajando activamente para mejorar la infraestructura: renuevan la señalización y hacen las carreteras más cómodas para los visitantes, para que nadie pase de largo este lugar único.
En Alange han surgido nuevos hoteles conectados directamente con el complejo termal. Los huéspedes pueden elegir entre un hotel moderno con ventanales panorámicos o una opción tradicional y acogedora con vistas al embalse. En ambos hay accesos directos a las zonas de descanso, para que incluso en los días fríos no sea necesario salir al exterior.
Naturaleza, deporte y leyendas antiguas
Los alrededores del balneario son igual de atractivos: el embalse de Alange atrae a los amantes de los deportes acuáticos, y en la colina sobre la ciudad se alza una fortaleza antigua desde donde se puede contemplar la famosa calzada romana — la Vía de la Plata (Vía de la Plata). Aquí es posible combinar bienestar, actividades al aire libre y el descubrimiento de la historia de la región.
Hoy en día, Alange no es solo un lugar para recuperar energías, sino también una ilustración viva de cómo las antiguas tradiciones pueden convivir en armonía con los servicios modernos. Cada persona que visita el lugar se lleva no solo una dosis de vitalidad, sino también recuerdos imborrables de haber tocado la auténtica historia.






