Durante su breve visita a Roma, la reina Letizia lamentó con pesar que el hambre siga siendo “una herida abierta” para muchas regiones del planeta. Estas palabras formaron parte de su contundente discurso en el Día Mundial de la Alimentación, celebrado en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En el evento se encontró con el Papa León XIV, siendo este su segundo encuentro desde la misa de entronización celebrada en mayo del año pasado en la Plaza de San Pedro, tras el fallecimiento del Papa Francisco.
El evento coincidió con el 80º aniversario de la agencia de la ONU, creada tras la Segunda Guerra Mundial para erradicar el hambre. Asistieron destacados líderes políticos y miembros de casas reales, entre ellos la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, el rey de Lesoto Letsie III y la princesa Basma bint Ali de Jordania. El Papa León XIV fue el último en llegar, saludando cordialmente a todos los presentes y regalando a los fotógrafos una imagen memorable junto a la esposa de Felipe VI. Intercambiaron un apretón de manos, sonrisas y algunas palabras. Posteriormente, la reina escuchó con atención el discurso del Pontífice, y las cámaras captaron el momento en que se aplicaba bálsamo labial, un gesto que tampoco pasó desapercibido para la opinión pública.
A diferencia de encuentros anteriores con el Papa Francisco y su presencia en la misa en el Vaticano, en esta ocasión la reina Letizia no hizo uso del llamado «privilegio del blanco». Esta norma no escrita permite a las reinas católicas vestir de blanco en audiencias con el líder de la Santa Sede. En su lugar, optó por un look que combina estilos ejecutivo y romántico. La reina combinó dos prendas habituales en su vestuario: un sobrio traje de pantalón y una blusa con un detalle llamativo, un lazo grande, que suele verse en los atuendos de Kate Middleton. Esta combinación aportó un toque clásico y femenino al conjunto.
Como complementos, doña Letizia eligió unos zapatos de salón color nude con tacón fino. En señal de respeto hacia el país anfitrión, completó el conjunto con un bolso de la marca italiana Furla. El modelo, de estilo urbano con estampado floral y asa corta, aportó una nota de color al resto del conjunto monocromático.
La conferencia, bajo el lema «Mano a mano por una mejor alimentación y un futuro mejor», fue inaugurada por el director general de la FAO, el chino Qu Dongyu, quien cedió la palabra en primer lugar al Papa León XIV. En su discurso, pronunciado en español e inglés, el pontífice lamentó el «uso del hambre como arma en las guerras» y llamó a un esfuerzo conjunto para afrontar los desafíos alimentarios.
Igual de emotivo fue el discurso de la reina Letizia. Reafirmó el compromiso de España con los objetivos de la FAO, destacando el profundo vínculo histórico del país con la organización. La reina subrayó que España promueve activamente el derecho a una alimentación adecuada, refuerza la cooperación con los parlamentos, especialmente en América Latina, y apoya el trabajo de la FAO con los pueblos indígenas. También hizo referencia a las recientes palabras de su esposo, el rey Felipe VI, ante la Asamblea General de la ONU, donde afirmó que «la dignidad humana no es negociable». Citando al difunto Papa Francisco, recordó la necesidad de mostrar solidaridad y no considerar el sufrimiento ajeno como algo lejano. Estas palabras fueron muy valoradas por el nuevo líder de la Iglesia Católica, quien las acompañó con aplausos.
Tras la parte oficial, doña Letizia se reunió con el personal español de la FAO y visitó el Museo de la Alimentación y la Agricultura, un espacio donde el arte y la tradición se combinan con la innovación, ofreciendo un recorrido interactivo por los sistemas agroalimentarios del pasado, presente y futuro.
