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Ana Rosa Quintana no pudo contener sus emociones en directo por el ataque a un reportero

La reina de la televisión española, furiosa: Ana Rosa Quintana indignada por un incidente en Israel

Una conexión en directo terminó en escándalo. Un periodista fue víctima de agresión. La presentadora reaccionó de forma tajante. La emisión se descontroló.

La emisión del viernes del programa «AR» en el canal Telecinco comenzó con un inesperado momento de tensión. La presentadora Ana Rosa Quintana conectó en directo con su corresponsal especial en Israel, Marcos Méndez, para conocer la última hora sobre la situación de la «Flotilla de la Libertad». Sin embargo, lo que debía ser un reportaje habitual se transformó en una escena incómoda cuando un hombre desconocido comenzó a gritar insultos al periodista, impidiéndole llevar a cabo su trabajo.

Marcos Méndez inició su intervención con normalidad, pero a los pocos segundos su relato fue interrumpido por gritos. El reportero intentó continuar, ignorando las molestias, pero los gritos se hicieron cada vez más insistentes y fuertes. «Perdón, aquí me están gritando», aclaró en directo, mientras pedía en inglés a los alborotadores que le permitieran trabajar. Lejos de cesar, las voces aumentaron, obligando a Marcos a interrumpirse nuevamente en un intento por calmar al agresor, sin éxito. «Disculpa, Ana Rosa, un momento», dijo Méndez, visiblemente desconcertado.

En el estudio, la presentadora, visiblemente desconcertada por lo ocurrido, intentó averiguar qué había pasado. «¿Qué le pasa?», preguntó en voz alta, refiriéndose al hombre que gritaba. El corresponsal especial, con un tono de fatalismo en la voz, describió la situación: «Con esto nos encontramos constantemente en Israel. Aquí, a los periodistas no se les aprecia, por decirlo suavemente». Ana Rosa intentó animarlo, señalando que no era la primera vez que sucedía algo así en su programa. «No te preocupes, estamos acostumbrados a que esto ocurra», dijo, mientras Méndez añadía: «Nos está echando a casa».

A pesar de todos los intentos por retomar el reportaje, la conexión tuvo que ser interrumpida y en el estudio se percibió un notable descontento. Tras finalizar esta breve e improvisada conexión, Ana Rosa no ocultó su indignación por la conducta de la persona que interrumpió la emisión. «Ese tipo tiene además una voz chillona y desagradable», comentó, refiriéndose evidentemente al agresor y no a su compañero. Pero no se detuvo ahí. Defendiendo a su colega y la libertad de expresión, la presentadora alzó la voz: «Marcos, muchísimas gracias. Siento que hayas pasado este mal rato y que estos energúmenos, no me importa de dónde sean, vayan en contra de la libertad de expresión».

El momento culminante fue una frase que sorprendió al público por su franqueza y dureza, algo completamente inusual en una presentadora tan reservada. Ana Rosa Quintana, sin medir las palabras ante las cámaras, exclamó: «Y a esos imbéciles y estúpidos, que hay por todas partes, ¿de verdad no hay ningún policía o militar cerca que le diga: ‘Oye, imbécil, cállate ya’?». Esta reacción tan vehemente fue inesperada y demostró que incluso los profesionales más experimentados tienen un límite de paciencia, especialmente cuando se trata de ataques personales en un entorno tan complejo como Jerusalén.

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