Los miembros de la dinastía Grimaldi están acostumbrados desde su nacimiento a los flashes de las cámaras, por lo que su seguridad ante el objetivo no sorprende a nadie. Sin embargo, la reciente aparición en público de Stefano Casiraghi, el encantador hijo de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, se ha convertido en todo un acontecimiento. Durante un evento deportivo dedicado a su padre, el niño de ocho años mostró una naturalidad y espontaneidad extraordinarias, ganándose de inmediato la simpatía de todos los presentes. Sus padres, conocidos por su afán de proteger la privacidad de sus hijos, hicieron en esta ocasión una excepción, permitiéndole compartir el triunfo de su padre.
Pierre Casiraghi y su esposa Beatrice se toman muy en serio la educación de sus hijos y controlan cuidadosamente sus apariciones en los medios. Pero este era un caso especial. Pierre lleva varios años practicando la vela de manera apasionada, continuando así el legado de su padre, Stefano Casiraghi, cuya vida terminó trágicamente durante una carrera náutica en la bahía de Mónaco el 3 de octubre de 1990. Aquella noticia conmocionó al mundo, dejando a su viuda, la princesa Carolina, con tres hijos pequeños y un dolor irreparable.
Hoy Pierre demuestra que ha heredado de su padre no solo el nombre, sino también el talento para las competiciones náuticas. Su destreza y capacidad de trabajo en equipo se traducen en impresionantes logros deportivos. Un momento histórico fue la llegada a Cherburgo de las tripulaciones del club náutico de Mónaco, lideradas por el nieto de Rainiero III y Grace Kelly. La victoria indiscutible en la prestigiosa regata Rolex Fastnet permitió al equipo monegasco conquistar la Copa del Almirante. Este triunfo llevó a Pierre Casiraghi y a su entregada tripulación a la cima de una disciplina deportiva que exige enorme resistencia y sacrificio.
La ceremonia de premiación se celebró en el club náutico de Montecarlo bajo la presidencia del príncipe Alberto II. Este evento tuvo lugar poco antes de su visita a Madrid para la etapa final de la Vuelta ciclista. Cabe mencionar que el viaje del monarca español se vio empañado por complicaciones inesperadas: debido a las masivas protestas que interrumpieron la final de la competición, el príncipe tuvo que ser evacuado por motivos de seguridad. Sin embargo, en Montecarlo todo transcurrió sin inconvenientes. Pierre aprovechó la ocasión para presentar a sus compañeros de equipo a su tío, con quien mantiene una excelente relación. Otra figura clave en el evento fue Peter Harrison, director general de Richard Mille Europe, quien compartió con Casiraghi esta apasionante aventura marítima.
Sin embargo, el auténtico protagonista de la velada fue, sin duda, el joven Stefano. El niño irradiaba orgullo por la hazaña de su padre. Posaba encantado para los fotógrafos junto a su papá, los miembros de la tripulación y, por supuesto, el imponente trofeo dorado, que parecía casi tan grande como él. Su alegría sincera y espontaneidad infantil eclipsaron el brillo de los premios y la solemnidad oficial del evento.
Al comentar sobre sus aficiones deportivas y el posible futuro de su hijo en el mismo deporte, Pierre Casiraghi señaló en un podcast que es algo ‘de familia’. Pierre y Beatrice tienen dos hijos: el mayor, Stefano, llamado así en honor a su abuelo, nació el 28 de febrero de 2017, y el menor, Francesco, nació el 21 de mayo de 2018. Actualmente, la esposa de Pierre, hija del aristócrata italiano Carlo Ferdinando Borromeo, espera su tercer hijo, cuyo sexo aún se mantiene en secreto.
