En Shanghái continúa el debate sobre las características del pavimento en las pistas del torneo Masters 1000. Después de que Alexander Zverev, número tres del ranking mundial, manifestara su descontento con la velocidad de juego en las canchas locales, el tema ha adquirido una nueva dimensión. Según el tenista alemán, los organizadores del torneo ralentizan deliberadamente las pistas para aumentar las posibilidades de éxito de Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, quienes lideran el tenis mundial.
Zverev considera que tales cambios en las condiciones de juego pueden favorecer el avance de determinados jugadores hacia la final. También destacó que esto reduce las diferencias entre los estilos de juego en distintas superficies, obligando a los deportistas a adaptarse a condiciones similares independientemente del tipo de pista.
A este debate se ha sumado Roger Federer, quien recientemente en el pódcast de Andy Roddick expresó su opinión de que los organizadores de torneos realmente están interesados en ralentizar las superficies. Según él, esto hace los partidos más intensos y exige de los jugadores un mayor número de golpes efectivos, especialmente contra rivales como Alcaraz y Sinner. Federer sugirió que los organizadores preferirían ver a estos tenistas en las rondas decisivas, lo que, en su opinión, beneficia la popularidad del tenis.
Jannik Sinner, quien también participa en el torneo de Shanghái, tras su victoria en el partido inaugural contra Daniel Altmaier, comentó la situación. El deportista italiano subrayó que ni él ni Alcaraz influyen en la elección de la superficie ni toman decisiones de este tipo. Sinner destacó que los jugadores profesionales están obligados a adaptarse a cualquier condición, y que él mismo ha demostrado en varias ocasiones un alto nivel de juego también en pistas rápidas.
Actualmente, Zverev y Sinner se encuentran en diferentes partes del cuadro del torneo, y un posible enfrentamiento entre ellos solo podría darse en la final. La cuestión sobre la influencia de la superficie en el resultado de los partidos sigue abierta, mientras continúa el debate entre jugadores y expertos.
