España no es solo playas bañadas por el sol y bulliciosas metrópolis. En el corazón del país, lejos de las rutas turísticas habituales, se esconden verdaderas joyas capaces de ofrecer al viajero una experiencia única. Uno de estos lugares se encuentra en la región de Castilla-La Mancha, concretamente en la provincia de Guadalajara. Aquí, entre bosques de pinos centenarios, se extiende un sendero que lleva no solo a un hermoso paisaje, sino al corazón de la tierra: la impresionante dolina kárstica Sima de Alcorón. Una aventura accesible para cualquiera que esté dispuesto a desconectarse una hora del bullicio y sumergirse en un mundo de naturaleza virgen.
Camino al centro de la tierra: una excursión para todos
El punto de partida de nuestro pequeño viaje es la pintoresca aldea de Villanueva de Alcorón. Desde aquí comienza una ruta bien señalizada que serpentea entre un denso pinar. El aire está impregnado del intenso aroma a resina, y bajo los pies se siente la tierra blanda cubierta de agujas. El paseo en sí no presenta ninguna dificultad: el sendero es llano, sin subidas ni bajadas pronunciadas, por lo que es ideal para familias con niños o personas sin preparación física especial. Todo el recorrido de ida y vuelta no lleva más de una hora, pero esos 60 minutos se convertirán en una auténtica meditación en la naturaleza. Sin darse cuenta, disfrutando del silencio solo interrumpido por el canto de los pájaros y el susurro del viento entre las copas de los árboles, llegarán al destino.
Descenso a otro mundo: un juego de luz y sombra
La Sima de Alcorón aparece de repente ante el viajero: un enorme hundimiento en la tierra que se adentra más de 60 metros de profundidad. El espectáculo es hipnotizante. Pero lo más interesante está por venir, porque es posible descender con seguridad a esta sima. Gracias a escaleras cuidadosamente instaladas y resistentes barandillas, la bajada se convierte en una aventura emocionante. El descenso se divide en dos etapas principales. El primer tramo lleva a una amplia plataforma, aún bañada por la luz directa del sol. Estos rayos crean un juego de luces fantástico sobre las paredes cubiertas de musgo esmeralda y líquenes, que brillan en todos los tonos de verde. El segundo tramo, ya de hormigón, conduce al fondo, donde reina la penumbra y una agradable frescura. Allí, en el fondo, se percibe una atmósfera especial de misterio y tranquilidad. La humedad y el agua con alto contenido de hierro tiñen las piedras de tonos rojizos, creando un paisaje casi extraterrestre.
Eco del pasado y maravillas geológicas del parque
En el fondo de la cueva se puede observar una pequeña presa, un silencioso testimonio del ingenio de los antiguos habitantes locales. En estas tierras áridas, donde no hay fuentes superficiales, la gente utilizaba el embudo para recolectar y almacenar el preciado agua de lluvia. Este detalle histórico aporta profundidad al lugar, recordando cómo el ser humano ha aprendido durante siglos a vivir en armonía con la naturaleza. La propia Sima de Alcorón forma parte del vasto Parque Natural del Alto Tajo, famoso por su diversidad geológica, faunística y florística. Caminar hasta ella es solo una pequeña parte de todo lo que puede ofrecer esta región única, un auténtico paraíso para los amantes del ecoturismo.
Continuación de la aventura: la ciudad de piedra
Para quienes una caminata de una hora se quede corta, existe la posibilidad de prolongar el encuentro con las maravillas del Alto Tajo. Muy cerca de la Sima se halla otro lugar sorprendente, conocido como «la Ciudad Encantada de Hoyo Redondo». Se trata de un curioso conjunto de rocas moldeadas por el viento y el agua a lo largo de miles de años, adquiriendo formas increíbles. Pasear entre estas esculturas de piedra es como deambular por las ruinas de una antigua ciudad creada no por el hombre, sino por la propia naturaleza. Así, una breve excursión a la Sima de Alcorón puede fácilmente transformarse en un viaje de un día completo, lleno de descubrimientos y emociones. Es la manera ideal de conocer otra España, lejos del turismo masivo: silenciosa, misteriosa e increíblemente bella.
