
Los abogados de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español, han presentado un recurso contra la decisión del juez Juan Carlos Peinado, quien solicitó a la administración de La Moncloa todos los correos electrónicos de Gómez desde 2018. La defensa considera que esta medida es excesiva y exige que la difusión de estos datos sea estrictamente limitada.
El proceso judicial está relacionado con sospechas de uso indebido de fondos públicos. En particular, se centra en la participación de la asesora Cristina Álvarez en iniciativas privadas de Gómez vinculadas a su cargo en la Universidad Complutense. El juez ha fijado una audiencia para el 10 de septiembre para determinar si existió algún apoyo por parte de Álvarez en proyectos personales de la esposa del primer ministro.
Los abogados de Gómez subrayan que el envío de correos por parte de la asesora fue esporádico y tuvo carácter de ayuda amistosa, sin exceder las normas sociales habituales. Señalan que estas acciones no pueden considerarse una infracción legal, ya que se ajustan a las costumbres del trato profesional.
En uno de los correos que ha centrado la atención, la asesora pedía al patrocinador de la cátedra reconsiderar su decisión de suspender la financiación. La defensa reconoce que, debido a los plazos de la apelación, Gómez tendrá que presentarse ante el tribunal en la fecha fijada. Al mismo tiempo, se recalca que está dispuesta a colaborar y a ofrecer explicaciones sobre todas las cuestiones relacionadas con su actividad.
El recurso pone especial énfasis en la necesidad de proteger la vida privada de Gómez. Los abogados insisten en la adopción de medidas que impidan la publicación de cartas que no estén relacionadas con la investigación, pero que afectan el ámbito privado. La defensa recuerda que, durante la instrucción, en los medios de comunicación han aparecido repetidamente datos personales y financieros, lo que, a su juicio, vulnera el derecho a la intimidad.
En el documento presentado ante el tribunal de Madrid, se señala que los intentos de restringir la difusión de información personal no han tenido éxito hasta el momento. La defensa sigue insistiendo en la necesidad de mantener un equilibrio entre los intereses de la investigación y los derechos individuales.





