
En el centro histórico de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella, continúa una intensa lucha contra el tráfico ilegal de drogas. A pesar de la notable disminución de delitos, el narcotráfico sigue siendo el principal problema tanto para los vecinos como para las autoridades municipales. En el último año se han desmantelado 51 puntos de venta de sustancias prohibidas, aunque la erradicación total del fenómeno aún no ha sido posible.
Entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, el número de delitos registrados en el distrito descendió un 13,3%. La policía destaca que la tasa de resolución de casos aumentó casi un 5% y que, en 11 meses, se produjeron más de 10.000 detenciones. Sin embargo, la mayoría de los delitos siguen vinculados a los atentados contra la propiedad: robos y hurtos representan casi el 90% de los casos, aunque también han disminuido cerca de un 15% respecto al año anterior.
Se presta especial atención a la lucha contra los reincidentes. Próximamente, la policía municipal de Barcelona contará con un estatus único: una unidad especial pasará a estar bajo control directo de la Fiscalía. Esta medida busca reforzar el control de la situación y agilizar la respuesta ante repetidores. Las autoridades confían en que esto permitirá combatir con mayor eficacia los delitos relacionados con las drogas y sus consecuencias.
Nuevos enfoques para garantizar el orden
Desde el verano de 2025, en el distrito se implementa una estrategia de seguridad renovada. La vigilancia en las calles se ha intensificado: de día y de noche, la policía patrulla 38 y 24 puntos clave respectivamente. Se presta especial atención a las zonas donde ocurren más robos, atracos, tráfico de drogas, así como a los lugares donde se han detectado casos de tenencia ilegal de armas y alteraciones del orden público.
Paralelamente, se refuerza el trabajo con la comunidad local. La policía mantiene un contacto activo con vecinos, empresarios, jóvenes y personas mayores para identificar problemas desde una fase temprana y responder con agilidad a las quejas. En febrero se puso en marcha un plan especial para aumentar la confianza en las fuerzas del orden. Dentro de esta iniciativa, se incrementó el número de patrullas a pie y se organizaron encuentros periódicos con representantes de los diferentes grupos sociales.
Resultados y perspectivas
En los últimos meses no solo se han clausurado decenas de puntos de venta de droga, sino que también se ha detenido a más de 70 personas vinculadas a estas actividades. Además, la policía realizó redadas en siete clubes donde también se vendían sustancias prohibidas. Las autoridades destacan que el nivel de delincuencia relacionada con drogas está ahora en mínimos históricos de la última década. Este logro ha sido posible gracias al trabajo coordinado entre la policía, los tribunales y los propios vecinos del barrio.
A pesar de los avances logrados, las autoridades municipales reconocen que aún queda mucho por hacer. El problema del narcotráfico sigue siendo una preocupación, y para resolverlo de manera definitiva será necesario reforzar aún más las medidas de seguridad y ampliar la colaboración entre todas las partes implicadas.






