En las últimas semanas, el sistema ferroviario de Cataluña ha vuelto a estar en el centro de la atención debido a una serie de problemas técnicos. El reciente incidente en la estación de Francia, en Barcelona, fue solo un eslabón más en una larga cadena de interrupciones que afectaron a cinco líneas y causaron retrasos de hasta dos horas. Estos hechos ponen de manifiesto la vulnerabilidad de la red de transporte regional.
Las autoridades de la región, incluido el presidente del gobierno Salvador Illa, planean reunirse con los responsables de Renfe y Adif para abordar cómo minimizar el impacto negativo de los importantes trabajos de modernización. El tema cobra especial relevancia tras el reconocimiento del ministro de Transportes, Óscar Puente, de que Rodalies es considerada una de las redes más problemáticas del país.
Los datos oficiales de 2022 a 2024 muestran que durante este periodo se registraron 693 incidentes graves en las líneas de Rodalies y Regionales. Esto representa un promedio de uno y medio al día. Como resultado, 2,4 millones de personas se vieron afectadas y el tiempo total de retrasos superó las 420.000 minutos, equivalente a 291 días.
Los habitantes de la región, como Francesc López de Mataró, se han visto obligados a dejar el tren y optar por el autobús debido a los constantes retrasos. En algunas rutas, como la de Molins de Rei a Maçanet, los pasajeros pudieron perder hasta 46 días en tres años debido a 27 grandes incidencias.
La estadística solo incluye los incidentes que afectaron al menos a 10.000 personas en las líneas de cercanías y a 1.000 en las regionales, así como aquellos que provocaron retrasos superiores a 100 minutos. Las causas son variadas: desde fallos en la infraestructura y en el material rodante, hasta condiciones meteorológicas e influencia de otros operadores.
En 2024, el número de incidentes aumentó bruscamente y alcanzó 316, lo que supone un 146% más que el año anterior. Octubre resultó especialmente complicado, con 59 casos registrados. Esto coincidió con la fase activa de las obras de renovación de vías, incluida la del túnel de Roda de Berà en Tarragona.
Al analizar los datos por trayectos, se observa que la mayoría de los problemas afectan a los trenes de media distancia. De los 693 casos, solo 52 estuvieron relacionados con rutas de cercanías; el resto corresponden a servicios regionales. Sin embargo, debido al menor volumen de pasajeros, el impacto de estas incidencias en el número total de afectados no es tan elevado.
En mayo de 2023, por ejemplo, de 26 incidentes solo uno afectó a la línea R2, mientras que el resto correspondió a trenes de Media Distancia. Entre los sucesos más graves destaca un incendio en una sala de señales cerca de Gavà, que paralizó el servicio durante 73 horas y afectó a 25.000 personas. En varias líneas, entre ellas R1, R12, R13, R14, R15, R16 y R17, casi 99.000 pasajeros sintieron las consecuencias de este incidente.
Las autoridades catalanas destacan la necesidad de reducir este tipo de situaciones e insisten en que, además de los aspectos técnicos de la modernización, se debe tener en cuenta el funcionamiento real del sistema. La atención está puesta especialmente en la línea R4, donde continúan importantes obras y se espera que el nuevo año escolar represente una prueba significativa para el operador.
