
Cataluña ha alcanzado un nuevo récord demográfico: el número de personas centenarias ha superado por primera vez la cifra de 3.000. A principios de julio de 2025, viven en la región 3.051 personas mayores de 100 años. Llama la atención que entre ellas hay casi cinco veces más mujeres que hombres: más del 83% de los centenarios son mujeres.
La mayor concentración de centenarios se encuentra en la provincia de Barcelona, donde viven casi 2.300 personas que han pasado el siglo de vida. Solo en la capital de la región, el número de habitantes con más de cien años supera el millar desde hace varios años. El resto de los centenarios se reparten entre Tarragona, Girona y Lleida, donde suman 284, 275 y 214 respectivamente.
El aumento del número de centenarios es notable: en las últimas décadas, la cifra casi se duplica cada diez años. Si a mediados de los años 80 solo había 185 personas mayores de 100 años en Cataluña, en 1995 ya eran 370, en 2005 subieron a 815 y en 2015 superaron los dos mil. Este crecimiento sostenido refleja cambios significativos en la esperanza de vida y en la calidad de la atención médica.
Un cambio en el perfil demográfico
Sin embargo, no solo está cambiando el número de personas longevas. En los últimos años, Cataluña muestra una clara tendencia a la baja en el número de niños y adolescentes. En ocho años, la población menor de 15 años ha disminuido en casi 98.000 personas. Al mismo tiempo, la población adulta y las personas mayores continúan en aumento. Solo en los primeros seis meses de 2025, la cantidad de niños y adolescentes descendió en cerca de 11.000, mientras que los grupos de edad entre 16 y 64 años y mayores de 65 crecieron en 35.375 y 16.631 personas respectivamente.
En términos porcentuales, en un año la cifra de jóvenes residentes se redujo casi un 2%, mientras que los adultos y mayores aumentaron un 1,4% y un 2,3% respectivamente. La población total de Cataluña a mediados de 2025 alcanzó los 8.154.627 habitantes, lo que supone un incremento de 41.137 personas en seis meses. En el último año, el aumento superó los 87.000 nuevos residentes, es decir, un crecimiento del 1,1%.
Desafíos y perspectivas demográficas
El rápido aumento de personas longevas, junto con la disminución de las generaciones jóvenes, plantea nuevos retos para la región. Por un lado, el aumento de la esperanza de vida refleja el alto nivel de la sanidad y el bienestar. Por otro, la caída en el número de niños y adolescentes podría alterar en el futuro la estructura del mercado laboral y los sistemas de protección social.
Cataluña sigue transformándose, y estos cambios demográficos ya se hacen notar, no solo en las cifras, sino también en la vida cotidiana de ciudades y pueblos. El tiempo dirá cómo se adaptará la región a esta nueva realidad.





