Los meses de verano en España suelen asociarse con las vacaciones en la playa, aunque no todos prefieren los concurridos balnearios marítimos. En los últimos años, cada vez más residentes y visitantes del país optan por alternativas: playas en embalses y lagos interiores, donde se puede disfrutar de aguas limpias, tranquilidad y naturaleza.
Uno de los destinos más populares para este tipo de descanso es la zona de playa del embalse de Orellana, en la provincia de Badajoz. Este lugar fue el primero del país en obtener el prestigioso distintivo de ‘Bandera Azul’ entre las playas de interior. Aquí todo está preparado para el ocio familiar, incluidos accesos adaptados para personas con discapacidad. Hay socorristas, vestuarios, aseos, áreas de picnic y zonas de sombra. Los amantes de las actividades al aire libre tienen opciones como vela y kayak. La playa se encuentra en un espacio natural protegido como zona de especial importancia para las aves, lo que la hace atractiva también para los aficionados al senderismo.
Otro lugar único es el lago Sanabria, en la provincia de Zamora. Es el mayor lago glaciar de España, rodeado de densos bosques y montañas. A lo largo de sus orillas se encuentran varias playas de arena y grava, entre las que destacan Custa Llago y Viquiella. Además de bañarse, se puede practicar buceo, windsurf, alquilar una barca o alojarse en un camping. El lago es conocido por la limpieza de sus aguas, sus paisajes pintorescos y su completa infraestructura turística.
A los amantes de los parques naturales les conviene prestar atención a las Lagunas de Ruidera, situadas en la frontera de las provincias de Ciudad Real y Albacete. Este complejo natural está formado por 16 lagos interconectados, entre los que se crean cascadas y arroyos. El agua es transparente y fresca, y las orillas están rodeadas de vegetación. En el parque se puede nadar, practicar snorkel, kayak, vela, pescar y hacer senderismo. En los alrededores se encuentran lugares históricos como la Cueva de Montesinos y los castillos de Peñarroya y Rochafrida.
Otro gran embalse es el llamado “Mar de Castilla” (Mar de Castilla), que agrupa varias presas en las provincias de Guadalajara y Cuenca. Aquí se combinan frondosos bosques y aguas cristalinas, y en las orillas hay playas habilitadas, zonas de baño y espacios para actividades al aire libre. La zona es popular para rutas a pie y en bicicleta, paseos a caballo, escalada, espeleología y pesca. Los aficionados a los deportes acuáticos pueden probar el kayak, el descenso de ríos y paseos en lancha motora. Destaca especialmente la playa de Bolarque, ubicada entre montañas y bosques, que cuenta con todos los servicios para los visitantes.
Para los habitantes de Madrid y sus alrededores, una de las opciones más accesibles sigue siendo el embalse de San Juan (Pantano de San Juan). Este lugar es muy popular entre quienes desean disfrutar rápidamente de la naturaleza. Cuenta con playas distinguidas con la «Bandera Azul», cafeterías, miradores, rutas para senderismo y escalada. El embalse es ideal para paseos en barco, motos acuáticas, wakeboard y paddle surf. Para las familias con niños hay parques de aventuras y zonas de juegos. Los amantes de la tranquilidad pueden recorrer los senderos del bosque y admirar la flora y fauna locales.
Las playas de los embalses y lagos del interior de España son cada vez más solicitadas gracias a la combinación de belleza natural, aguas limpias y una infraestructura bien desarrollada. Ofrecen la posibilidad de disfrutar del verano de forma activa y cómoda sin necesidad de ir al mar, y permiten descubrir la diversidad de los paisajes españoles.
