Un escándalo ha sacudido una guardería privada en Jerez de la Frontera: una de las empleadas se encuentra en el centro de una investigación después de que los padres de varios niños notaran cambios preocupantes en el comportamiento de sus hijos. Sus sospechas llevaron a la dirección del centro a tomar medidas contundentes.
La dirección de la guardería, sin esperar denuncias oficiales, decidió esclarecer qué ocurría en el grupo en el que trabajaba la mujer de mediana edad. Para ello contrataron a un detective privado, quien instaló cámaras ocultas en el aula. Las grabaciones mostraron que la educadora utilizaba métodos inaceptables con los menores: en las imágenes se la ve actuando con brusquedad, llegando incluso a abofetear a cuatro niños.
Tras revisar los vídeos, la administración despidió de inmediato a la trabajadora y trasladó la información a la policía. Intervinieron especialistas de la unidad de familia y mujer, quienes citaron a los padres de los afectados para mostrarles las grabaciones. Ya el martes, la sospechosa fue detenida y acusada de maltrato a menores.
A pesar de ser privado, el jardín de infancia colabora con las autoridades regionales de Andalucía (Junta de Andalucía) y recibe ciertos beneficios. Sin embargo, según explicaron representantes de la administración local, las cuestiones de contratación y despido de personal quedan completamente bajo la responsabilidad del propio centro. Las autoridades fueron informadas de lo ocurrido de manera extraoficial, después de que la dirección del jardín tomara medidas por iniciativa propia.
Actualmente, la exempleada espera la decisión judicial. Padres y vecinos de la ciudad siguen de cerca el desarrollo del caso, exigiendo transparencia y un castigo justo. El incidente ha desatado un debate sobre la necesidad de un control más estricto del personal en centros donde se confía lo más valioso: los niños.
