
Hoy, en la reunión del Consejo de Ministros, España debatirá el reconocimiento como zona catastrófica de las amplias áreas afectadas por los devastadores incendios y las inundaciones que han azotado al país este verano. Además, el gobierno prevé aprobar un programa integral de ayuda para las regiones que se han visto en el epicentro de estos desastres climáticos.
Prácticamente todas las comunidades autónomas figurarán en la lista de afectadas, a excepción del País Vasco, Ceuta y Melilla. Entre ellas se encuentran Castilla y León, Galicia, Extremadura, Asturias, Andalucía, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha, Cantabria, Aragón, Navarra, La Rioja, Canarias y Baleares.
Las medidas de apoyo contemplan pagos directos a los damnificados, beneficios fiscales y simplificación de trámites administrativos para agilizar la recuperación de infraestructuras. Se presta especial atención a quienes han perdido su vivienda o bienes, así como a los empresarios cuyos negocios resultaron dañados.
Las autoridades destacan que, en los últimos tres meses, España ha enfrentado fenómenos meteorológicos extremos: incendios de sexta generación con enormes perímetros e inundaciones repentinas poco habituales para esta época del año. Sólo desde principios de agosto se han registrado más de un centenar de grandes incendios y la superficie quemada supera las 400.000 hectáreas. Entre las zonas más afectadas se encuentran Castilla y León, Galicia, Extremadura y Madrid.
Además de las medidas de emergencia, el Consejo de Ministros estudiará un nuevo real decreto que establecerá los estándares para los planes autonómicos y municipales de prevención de incendios forestales. Según la ley, estos planes deben actualizarse cada año, pero su aprobación se ha retrasado debido a negociaciones complejas y solo recientemente recibió el visto bueno del Consejo de Estado.
Entre los hechos trágicos de este verano destaca el incendio en Lleida (Cataluña), que costó la vida a dos personas y provocó una nube de humo que se elevó hasta 14 kilómetros de altura. En otras regiones como Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana, fuertes lluvias y granizadas provocaron inundaciones a gran escala y evacuaciones.
El gobierno subraya que las actuales catástrofes están relacionadas con las consecuencias del cambio climático y tiene la intención de seguir trabajando en la adaptación del país a los nuevos riesgos. Antes de la reunión del Consejo de Ministros, el presidente del gobierno celebrará una reunión sobre política climática y transición hacia la energía sostenible.
La ayuda financiera se concederá conforme a la legislación vigente. En particular, se contemplan pagos de hasta 18.000 euros en caso de fallecimiento o incapacidad permanente, compensaciones por vivienda destruida de hasta 15.120 euros, así como pagos por daños en bienes y elementos comunes de edificios residenciales. Para empresas y explotaciones agrícolas se prevén beneficios fiscales y exenciones de ciertos tributos.
Las autoridades también estudian la posibilidad de eximir del impuesto sobre la renta las compensaciones recibidas y eliminar las tasas por la reposición de documentos y la matriculación de vehículos afectados por desastres naturales.
En el pasado, ya se aplicaron medidas similares tras grandes catástrofes, pero la magnitud de los daños actuales requiere una atención especial. Las autoridades subrayan que el apoyo continuará, ya que las consecuencias de los incendios y las inundaciones del verano aún no se han evaluado por completo.






