
El Teatro Real de Madrid volvió a convertirse en el epicentro de la élite española. La noche del lunes se celebró aquí la entrega de los prestigiosos premios BMW de Pintura y Arte Digital. La ceremonia estuvo presidida por la reina Sofía, quien en esta ocasión acudió acompañada de manera inesperada. La acompañaron la icónica Naty Abascal y su hijo Luis Medina, marcando la primera aparición pública de él tras mucho tiempo. Lamentablemente, la hermana de la reina, Irene de Grecia, no pudo asistir por motivos de salud. Entre los invitados también se encontraban el actor Álex González, la cantante Alaska y el tenista Feliciano López junto a su esposa Sandra Gago.
Fiel a su impecable estilo, Naty Abascal acaparó todas las miradas. Para la ocasión, escogió un elegante conjunto de Giorgio Armani: unos clásicos pantalones negros combinados a la perfección con una chaqueta adornada con piedras azules. Completó su look con unos llamativos pendientes de diamantes. Más tarde, a través de sus redes sociales, compartió su alegría por volver a celebrar el arte y la creatividad, especialmente en el año del 40 aniversario del galardón. Abascal destacó la importancia de seguir apoyando las iniciativas culturales en la actualidad.
Últimamente, las memorias de Isabel Preysler han generado mucho revuelo en los círculos sociales, pero Naty Abascal se apresuró a cortar cualquier comparación. Dejó claro que no piensa sumarse a esta tendencia. Prefiere guardar para sí sus recuerdos, por muy intensos que sean. Esta decisión no ha hecho más que aumentar la curiosidad sobre su figura, ya que la vida de Abascal estuvo llena de acontecimientos y encuentros extraordinarios con los que muchos solo podrían soñar.
Su biografía se lee como una novela apasionante. Naty no fue solo una modelo, sino la auténtica musa de grandes diseñadores como Valentino y Óscar de la Renta. Fue amiga de Andy Warhol y Salvador Dalí, moviéndose en los círculos más exclusivos de la élite internacional. Ya antes había publicado libros: en 2013 lanzó una obra dedicada a la moda y el estilo, y en 2021 presentó una recopilación de historias personales y profesionales. Sin embargo, ninguna de estas publicaciones fue una autobiografía completa. Y, por lo que parece, no hay que esperar de ella un relato exhaustivo sobre su glamurosa vida.
Así, el regreso de Naty Abascal a la vida pública se convirtió en un doble acontecimiento. No solo demostró que sigue siendo un referente de elegancia, sino que también zanjó cualquier especulación sobre la publicación de unas memorias propias. Su vida, repleta de secretos y encuentros con personalidades legendarias del siglo XX, seguirá siendo su patrimonio íntimo, dejando espacio para el misterio y la admiración.






