
El Tribunal Supremo de España ha puesto fin a la larga disputa en torno a las exmonjas de Belorado (Burgos), denegándoles el derecho a registrarse como asociación civil. Esta decisión supone otro golpe para las mujeres que, tras abandonar la Iglesia católica, intentaban conservar los monasterios de Santa Clara en Derio (Vizcaya) y Belorado.
Inicialmente, el Ministerio del Interior no permitió que estos monasterios fueran inscritos en el Registro Nacional de Asociaciones Civiles. Las exmonjas sostenían que, a pesar de su ruptura con la Iglesia, tenían derecho a permanecer en los conventos, considerándolos su hogar. Sin embargo, siguen estando sujetas a una orden de desalojo, actualmente suspendida debido a otros procesos judiciales.
Al no aceptar la postura del ministerio, las mujeres recurrieron al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, invocando la protección de derechos fundamentales. Además, impugnaron el nombramiento del comisario pontificio como representante oficial de las organizaciones religiosas de los monasterios. A su entender, la negativa al registro vulnera su derecho a formar una comunidad fuera de las estructuras eclesiásticas. No obstante, el tribunal de Madrid no acogió sus argumentos.
Ahora, el Tribunal Supremo tampoco ha visto motivos para reabrir el caso. Los magistrados subrayaron que, pese al interés público generado, la situación no justifica establecer una nueva doctrina legal. Como consecuencia, la exsuperiora y sus seguidoras no podrán obtener el estatus de asociación civil y tendrán que asumir las costas judiciales.
Este veredicto podría ser determinante para el futuro de las exmonjas. Sin un estatus oficial, les será difícil reclamar el derecho a residir en los conventos, y la posibilidad de desalojo se vuelve cada vez más real. La incógnita sobre el futuro de estas mujeres y sus intentos de mantener el vínculo con su vida anterior sigue sin resolverse.






