
El príncipe Harry atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. Aislado de la familia real británica, también ha dejado su cargo en Sentebale, la organización benéfica que fundó en memoria de su madre. La única noticia positiva en este contexto ha sido que se le retiraron las acusaciones de racismo y misoginia dentro de esta ONG, aunque esto no elimina la sensación general de crisis.
En este momento complicado para el duque de Sussex, su esposa Meghan Markle atrae cada vez más la atención. La prensa británica comenta activamente su notable silencio y falta de apoyo público hacia su esposo, mientras él enfrenta nuevos desafíos. Da la impresión de que la atención de la duquesa se ha desplazado de los problemas familiares al desarrollo de sus proyectos personales.
Meghan Markle trabaja activamente en proyectar la imagen de una anfitriona perfecta y una empresaria exitosa. Está centrada en impulsar su marca de estilo de vida As ever y en gestionar su cuenta de Instagram, donde tiene millones de seguidores. Especial repercusión tuvo el tráiler de su nuevo programa para Netflix, «Con amor, Meghan». En uno de los episodios, de forma divertida, habla sobre su marido con el reconocido chef español José Andrés, señalando que Harry no come langostas, a lo que el cocinero pregunta irónicamente cómo fue capaz de casarse con él.
Esta situación refleja un cambio de roles en la pareja. Si antes las revelaciones del príncipe Harry, especialmente tras la publicación de sus memorias «Spare», generaban ingresos e interés, ahora su popularidad ha disminuido. Ahora es Meghan quien se ha convertido en la principal fuerza impulsora de su imperio mediático. Se considera que precisamente su popularidad en las redes sociales convenció a Netflix de firmar un nuevo contrato con la pareja, aunque por una suma significativamente menor que el acuerdo anterior de 100 millones de euros. El perfil problemático de Harry, según los observadores, podría obstaculizar sus aspiraciones de proyectar la imagen de una celebridad estadounidense perfecta.
Al silencio de Meghan se ha sumado la crítica de antiguos miembros de la corte. Ailsa Anderson, quien durante más de una década fue secretaria de prensa de la reina Isabel II, comentó recientemente en un documental que el príncipe debe dejar de pensar que todo el mundo está en su contra. Le aconsejó ’empezar a escribir su propio guion’ y convertirse en el héroe de su vida, destacando que el público está cansado de sus quejas. Al mismo tiempo, Anderson añadió que considera a Harry una persona bondadosa y agradable que simplemente ‘ha perdido el rumbo’.
En las circunstancias actuales, el futuro del príncipe Harry se presenta incierto. La falta de una fuente de ingresos estable, los elevados gastos en seguridad en Estados Unidos, los litigios en Reino Unido y, sobre todo, el hecho de estar a la sombra de los ambiciosos planes de su esposa, representan serios obstáculos para que su vida vuelva a la normalidad.






