
En España estalla un nuevo escándalo en torno al exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Las fuerzas del orden investigan sus gastos por un valor superior a 95.000 euros, cuyo origen no está respaldado por ninguna operación bancaria. Estos datos son el resultado de una minuciosa auditoría realizada por especialistas en delitos financieros.
La investigación abarcó el periodo de 2017 a 2021, cuando Ábalos ocupaba cargos clave en el Gobierno y el partido. Según los investigadores, durante ese tiempo el flujo de efectivo aumentó notablemente. En el sumario aparecen además 20.000 euros adicionales que, según se sospecha, tampoco fueron declarados.
Llamó especialmente la atención la discrepancia entre los informes oficiales del partido y los pagos reales relacionados con la actividad de Ábalos. Los investigadores consideran que no se trata de un caso aislado, sino de un esquema completo de ingresos no declarados. En el sumario se mencionan también conversaciones entre el exasesor del ministro, Koldo García, y su esposa, donde discuten entregas de efectivo en la sede del partido en la calle Ferraz. Para referirse a los billetes, utilizaban términos clave: “chistoras” para los de 500 euros, “lechugas” para los de cien y “folios” para el resto de denominaciones. Según los acuerdos, las sumas grandes se fraccionaban en billetes más pequeños con ayuda de terceros.
La investigación señala que Ábalos retiraba y depositaba regularmente dinero en efectivo en los bancos, lo que podría indicar la existencia de una reserva significativa de fondos fuera de las cuentas oficiales. Según los investigadores, estos fondos podrían provenir tanto de estructuras del partido como de contactos personales, en particular, de su hijo Víctor Ábalos.
En los documentos del caso se destaca que Koldo García pagaba frecuentemente los gastos de Ábalos y su entorno, y posteriormente recibía una compensación. Ambos declararon que esta práctica era habitual y se mantenía dentro de acuerdos personales.
El análisis de los flujos financieros entre 2014 y 2018 mostró estabilidad en ingresos y gastos, cuyos principales orígenes eran sueldos y alquileres de propiedades. Sin embargo, desde 2017, cuando Ábalos asumió el cargo de secretario de organización en el partido, el uso de efectivo se hizo notablemente más frecuente. Curiosamente, desde 2018 dejó de retirar dinero en cajeros automáticos y retomó esta práctica solo en 2024.
En total, las cuentas de Ábalos recibieron más de 252 mil euros, la mayor parte relacionados con el alquiler de propiedades. Sin embargo, parte de estos ingresos, incluidos 26.600 euros de un asesor por el alquiler de una vivienda en Madrid, no fue declarada ante las autoridades fiscales. La investigación continúa aclarando los detalles de este complejo caso financiero.






