
En las inmediaciones de El Fontanar, ubicado en el municipio de Jódar, Andalucía, arqueólogos han descubierto un monumental complejo de piedra que, según creen, está relacionado con rituales de la cultura ibérica. La estructura, datada en la época de los íberos, destaca por su simbolismo y arquitectura inusuales, reflejando las creencias de los antiguos habitantes de la región sobre el cosmos y lo divino.
El elemento principal del monumento es una piedra vertical de más de cinco metros de altura, situada en una ladera y sostenida por dos bloques cilíndricos más pequeños. Según los investigadores, esta construcción simboliza el principio masculino y está orientada hacia el punto donde sale el sol durante el solsticio de invierno. En ese momento, un rayo de sol atraviesa la parte superior de la piedra, creando un efecto luminoso especial que se cree tenía un significado sagrado para los antiguos habitantes.
Junto a este conjunto, los arqueólogos hallaron otra estructura: una cueva con una entrada de casi siete metros de altura. La entrada está diseñada de manera que recuerda al principio femenino: la forma triangular simboliza el útero y una gran piedra colocada en la parte superior representa las trompas de Falopio. Las piedras laterales en la base acentúan detalles asociados a la anatomía femenina.
En el día del solsticio de invierno, la sombra de una piedra vertical se dirige directamente hacia la entrada de la cueva, alcanzando la parte inferior donde se representa la simbología femenina. Según los investigadores, este momento recreaba una escena mitológica de unión sagrada entre deidades, característica de las creencias religiosas de los íberos y otros pueblos mediterráneos.
Los estudios demuestran que estos rituales formaban parte de un complejo sistema mitológico vinculado al movimiento de los cuerpos celestes. En particular, el mito de un héroe asociado al sol y una diosa de la fertilidad incluía varias etapas: la invocación del héroe en agosto, su descenso al mundo subterráneo en otoño, el regreso a la vida en diciembre y la unión sagrada en primavera. Estos acontecimientos se reflejaban en la arquitectura y las prácticas rituales que se extendían por el valle del río Jandulilla y los alrededores de antiguos asentamientos como Iltiraka y Puente Tablas.
Arqueólogos señalan que motivos similares aparecen en los mitos de otras civilizaciones antiguas, incluidas Egipto, Grecia y Oriente Próximo. En la cultura ibérica, estos relatos están presentes en relieves y esculturas hallados en distintas regiones de España; sin embargo, el monumento de El Fontanar destaca por su escala y singularidad.
La publicación de los resultados de la investigación se realizó en una revista científica dedicada a la memoria de la reconocida arqueóloga Teresa Chapa, quien hizo una importante contribución al estudio de la arqueología ibérica en Andalucía.





