
En Andalucía se ha desatado una polémica tras el nombramiento de Nicolás Navarro Díaz como viceconsejero de Sanidad. El nuevo responsable ocupaba previamente la dirección del área de urgencias en la clínica privada HLA Inmaculada de Granada. Ahora asume el reto de liderar una profunda reforma en el sistema sanitario regional, considerado obsoleto y necesitado de cambios urgentes según las autoridades.
La decisión del presidente autonómico, Juan Manuel Moreno, de confiar una reforma tan relevante a un profesional del sector privado ha provocado una fuerte reacción entre los sindicatos y los partidos de la oposición. Los críticos temen que esta medida acerque aún más la sanidad pública a estructuras comerciales, a pesar de las garantías oficiales de que no será así.
Navarro Díaz, que cumplirá 46 años en febrero, es conocido por su trayectoria dinámica: ha compatibilizado la medicina privada con cargos públicos en Motril y Granada. Anteriormente trabajó en un hospital público en Almería, aunque actualmente se encuentra de baja prolongada en su puesto principal. Desde el gobierno subrayan que el nuevo viceconsejero no forma parte oficialmente del sistema sanitario andaluz, y que su experiencia en el sector privado servirá para implementar enfoques innovadores en la sanidad pública.
Reacciones de la sociedad y de la clase política
El nombramiento se ha producido en un contexto de recientes protestas multitudinarias en Andalucía, donde miles de ciudadanos han mostrado su descontento por la calidad de los servicios sanitarios y han expresado su temor a una posible privatización. Desde la oposición opinan que la incorporación de un especialista procedente de una clínica privada no hace más que confirmar sus preocupaciones. En concreto, diputados del Partido Socialista están convencidos de que las autoridades pretenden seguir avanzando hacia la comercialización de la sanidad.
Los sindicatos también han manifestado su desconfianza hacia el nuevo responsable, señalando la limitada experiencia que posee en la gestión de organismos públicos. Reclaman un diálogo abierto y garantías para preservar un sistema sanitario fuerte y accesible para todos los habitantes de la región.
Contexto y perspectivas
No es la primera vez que profesionales del sector privado acceden a cargos directivos en la sanidad andaluza. A principios de 2024, un ex viceconsejero, tras dejar el cargo, empezó a trabajar en una gran aseguradora, lo que también generó dudas sobre la compatibilidad de intereses. Las autoridades aseguran que estos fichajes son necesarios para introducir nuevos métodos de gestión y mejorar la eficiencia del sistema.
Por su parte, Navarro Díaz insiste en que no permitirá la privatización y declara que se centrará en la modernización de la infraestructura y en la mejora de la calidad de los servicios sanitarios. Sin embargo, la desconfianza ciudadana persiste y muchos esperan que el nuevo responsable tome medidas concretas para reforzar la sanidad pública.






