
En España continúa una profunda reconfiguración de las simpatías políticas. Según los últimos datos, el partido Vox consolida con firmeza su posición, especialmente entre los más jóvenes, donde se sitúa como líder en nivel de apoyo. Al mismo tiempo, el Partido Popular (PP) muestra estancamiento, quedándose ligeramente por encima del 30 %, casi tres puntos menos que en las elecciones del año pasado. Los socialistas (PSOE) vuelven a perder confianza: su índice cae un punto porcentual respecto al mes anterior y ahora llega al 28,3 %
Vox, por el contrario, lleva ya tres meses rondando el 17 %, casi cinco puntos por encima de su resultado en las últimas generales. Este aumento es especialmente evidente entre los jóvenes electores, donde el partido de Abascal se coloca como la opción preferida. El trasvase de votos del PP a Vox es significativo: alrededor del 15,6 % de quienes apoyaron al Partido Popular en 2023 ahora prefieren a los radicales de derecha.
Si las elecciones se celebraran hoy, el bloque de derechas y ultraderecha obtendría una ventaja de casi 10 puntos sobre el campo de la izquierda. Si se suman los votos del activista de ultraderecha Alvise Pérez, la diferencia crecería hasta 11 puntos. El resto de partidos que en su momento apoyaron la investidura de Pedro Sánchez (Junts, ERC, EH Bildu, PNV, BNG y CC) suman en conjunto cerca del 7 %, prácticamente el mismo porcentaje que en las elecciones pasadas.
Esta tendencia refleja una creciente decepción de los votantes con los partidos tradicionales y la búsqueda de nuevas alternativas. Es especialmente notable entre los jóvenes, que cada vez optan por fuerzas políticas más radicales. Expertos señalan que estos cambios podrían provocar importantes alteraciones en el equilibrio del Parlamento y afectar la formación del futuro gobierno del país.





