
España sigue sorprendiendo a quienes buscan experiencias fuera de lo común, ofreciendo propuestas cada vez más sofisticadas para conectar con la naturaleza. Lejos de los bulliciosos centros turísticos, en el corazón de la fértil región de Murcia, ha surgido un concepto que borra los límites entre la historia, el entorno natural y el confort moderno. A tan solo diez minutos en coche del centro administrativo de la provincia, entre huertos de cítricos, se encuentra un complejo sorprendente que invita a redescubrir el ocio rural. Aquí, es posible alojarse en un vehículo de época cuidadosamente restaurado y convertido en un apartamento completamente equipado.
La idea es ofrecer a los visitantes una inmersión total en la atmósfera de mediados del siglo XX, sin privarlos de las comodidades actuales. Cada una de estas unidades únicas es un espacio autónomo, con cocina completamente equipada para preparar alimentos, un baño completo, así como sistemas de aire acondicionado y calefacción, lo que garantiza una estancia confortable en cualquier época del año. El acceso ininterrumpido a internet permite mantenerse conectado, aunque el entorno invita a desconectar digitalmente. La privacidad está especialmente cuidada: cada uno de estos ‘alojamientos’ dispone de un terreno propio con una amplia terraza ideal para hacer barbacoas y una acogedora pérgola con muebles de jardín. Todo esto rodeado de árboles frutales, generando una sensación de plena conexión con la naturaleza.
Los creadores de este proyecto pensaron en cada detalle para hacerlo atractivo durante todo el año. En los calurosos meses de verano, la veranda sombreada se convierte en el punto de reunión ideal para pasar las noches escuchando el canto de las cigarras. En otoño e invierno, cuando el sol ya no es tan intenso, la parte acristalada de la terraza permite disfrutar del calor y la luz mientras se contempla el apacible paisaje de la “huerta” murciana. Su ubicación estratégica en las afueras de Guadalupe, junto al campus universitario de la UCAM, convierte este lugar en un punto de partida perfecto para descubrir la región. Desde aquí es fácil llegar a la histórica Cartagena, la costa de La Manga, el pintoresco valle de Ricote, o emprender rutas de senderismo por las montañas de Sierra Espuña. El precio de este alojamiento tan singular parte de unos accesibles 49 euros la noche. Además, según afirman quienes conocen el lugar, contactando directamente con los propietarios es posible obtener condiciones más ventajosas que a través de las populares plataformas de reservas online. Esta alternativa de alojamiento es un claro ejemplo de cómo, con cariño y creatividad, se puede dar una segunda vida a los artefactos históricos, transformándolos en puntos de atracción para viajeros que buscan no solo un techo, sino una auténtica aventura.






