
En la estructura de cualquier automóvil moderno hay numerosos componentes, cada uno con su función. Uno de los elementos más importantes del sistema de refrigeración del motor es el radiador. Su tarea principal es disipar el exceso de calor generado durante el funcionamiento del motor, evitando así el sobrecalentamiento y posibles averías graves.
El funcionamiento del radiador se basa en la circulación del líquido refrigerante. Cuando se pone en marcha el motor, la temperatura interna comienza a aumentar. El refrigerante absorbe este calor y se dirige al radiador, donde se enfría rápidamente gracias al flujo de aire. Luego, el líquido regresa al motor, repitiéndose el ciclo. En la estructura del radiador destacan varios elementos clave: el núcleo por donde circula el líquido, los depósitos laterales o superior e inferior para la entrada y salida del refrigerante, así como el ventilador, que ayuda a enfriar el líquido cuando el vehículo circula a baja velocidad o está detenido.
Para mantener el radiador en buen estado, es necesario limpiarlo regularmente. Antes de comenzar, hay que esperar a que el motor se enfríe por completo. Después se abre el capó, se retira con cuidado la tapa del radiador y se drena el refrigerante antiguo. A continuación, el radiador se enjuaga con agua destilada y se pone el motor en marcha durante 10-15 minutos para que circule el líquido. Luego se llena el sistema con anticongelante nuevo, se realiza una breve circulación para eliminar el aire y se comprueba el nivel del líquido.
El reemplazo del radiador también requiere seguir un determinado procedimiento. En primer lugar, es importante asegurarse de que el motor esté frío. Luego, se desconecta la batería, se drena el líquido refrigerante y se desconectan todas las mangueras y cables del ventilador. Se retira el radiador antiguo y se instala el nuevo en su lugar, tras lo cual se reconectan todas las conexiones. El sistema se vuelve a llenar con anticongelante, se elimina el aire y se comprueba la estanqueidad de las conexiones. Tras finalizar los trabajos, se recomienda realizar una prueba de conducción para verificar el funcionamiento del sistema de refrigeración.
Entre las averías más frecuentes del radiador destacan las fugas de líquido, obstrucciones internas, corrosión, daños en la tapa, fallos del ventilador, problemas con los manguitos, atascos del termostato y un ajuste inadecuado de las conexiones. Si el radiador pierde agua, el motor se sobrecalienta rápidamente, lo que puede dañar la junta de la culata u otros componentes importantes.
El precio de un radiador nuevo para turismos en España suele oscilar entre 50 y 200 euros, y para modelos de gama premium, entre 300 y 500 euros. A estos costes se suma la mano de obra, que en ciudades grandes como Madrid o Barcelona puede llegar hasta los 700 euros. El importe final depende de la complejidad de la sustitución y del tiempo dedicado a la reparación.






