
Una serie de reveses sufridos por el club de fútbol Barcelona tras los encuentros con el PSG y el Sevilla ha provocado una notable tensión interna en el equipo. El último partido en el estadio Pizjuán acabó en una dura derrota para los catalanes, lo que generó una fuerte reacción tanto entre los jugadores como en la directiva.
El director deportivo Deco recordó al equipo la necesidad de un trabajo constante y subrayó que el talento por sí solo no es suficiente para alcanzar los objetivos. Sus palabras iban dirigidas principalmente a los futbolistas, pero de manera indirecta también al técnico principal Hansi Flick. Actualmente, él es el centro de atención, ya que se esperan decisiones concretas de su parte para cambiar la situación.
Las preguntas hacia Flick surgieron no solo por los resultados, sino también por la forma en que el equipo inicia los partidos. En los últimos ocho encuentros, el Barcelona encajó el primer gol en cuatro ocasiones. En tres de ellas logró remontar, pero en la última no fue así. Este problema no es nuevo, sin embargo, el cuerpo técnico aún no ha logrado transmitir a los jugadores la importancia de la máxima concentración desde el primer minuto.
Dentro del club, desde hace tiempo se debate la falta de concentración al comienzo de los partidos. A veces, el marcador final oculta este defecto, pero últimamente se ha vuelto evidente. El joven defensa Cubarsí y Deco señalaron que en Sevilla el equipo salió al campo sin la concentración necesaria. Pese a los debates habituales, la situación no cambia.
Otro aspecto que genera interrogantes es la preparación para los partidos y las decisiones tácticas. En el encuentro contra el Sevilla no se tuvo en cuenta la fortaleza del rival, que esta temporada se muestra mucho más sólido y contó con más tiempo para recuperarse. Flick optó por una alineación menos agresiva en el centro del campo, eligiendo a Pedri y De Jong, aunque habría sido más lógico recurrir a Casado o Eric García. Como resultado, en el banquillo no quedaron jugadores capaces de reforzar el equipo durante el partido.
Una situación similar se observó la temporada pasada en el partido contra Osasuna, cuando el equipo también subestimó al adversario y encajó cuatro goles. En aquella ocasión, al igual que ahora, el rival inició el encuentro con una fuerte presión, ante la cual Barcelona no estuvo preparado. Flick debe tener en cuenta que en algunos partidos se requiere un enfoque más pragmático y apostar por futbolistas que puedan pelear cada balón.
El cuerpo técnico tiene el reto de aumentar el nivel de entrega de los jugadores y ajustar la táctica según la fortaleza del oponente. Solo así se pueden evitar errores recurrentes y devolver la estabilidad al equipo.





