
La emisión vespertina del programa «Y ahora Sonsoles» del 7 de octubre estuvo dedicada a un complicado drama personal. La protagonista fue Mari Carmen Rodríguez, de 69 años, originaria de Cádiz, quien acudió a Antena 3 con una súplica de ayuda. La mujer relató una historia desgarradora sobre cómo su propia hija intenta desalojarla del piso por el que Mari Carmen pagó en su día, aunque imprudentemente lo puso a nombre de su heredera. El emotivo testimonio de la jubilada, al borde de la indigencia, no dejó indiferente a nadie en el plató.
La tensión alcanzó su punto máximo cuando, por videollamada, se unió a la discusión el abogado de la hija, Alejandro Barreiro. El letrado presentó una versión completamente distinta de los hechos. Sostenía que su clienta tenía todo el derecho legal para actuar así, ya que Mari Carmen supuestamente no pagaba los gastos de la comunidad. Además, acusó a la anciana de difundir información inexacta en los medios de comunicación. El intercambio de reproches entre la invitada y el abogado se volvió cada vez más intenso, elevando la tensión en el lugar.
En pleno debate, la presentadora Sonsoles Ónega intentó calmar un poco los ánimos de su interlocutora. Le aconsejó a Mari Carmen, de manera discreta, no divulgar datos personales para evitar posibles demandas judiciales. En ese instante, alterada por la situación, la mujer cometió un error que alivió de inmediato el ambiente. Dirigiéndose a Sonsoles, afirmó con seguridad: «Znaete, Ana Rosa…».
Durante unos segundos reinó un silencio sepulcral en el plató. Las cámaras captaron el rostro asombrado de otra participante del debate, Isabel Rábago, quien susurró: «¿Qué?». La propia Ónega, recuperándose del primer impacto, repreguntó con una amplia sonrisa: «Perdón, ¿cómo me ha llamado?». Esta frase fue el detonante y una ola de risas recorrió el estudio. La situación resultó especialmente cómica, teniendo en cuenta que Ana Rosa Quintana fue su principal rival en la lucha por la audiencia en horario nocturno desde septiembre de 2023 hasta principios de 2025.
Mari Carmen, visiblemente avergonzada, comenzó a disculparse efusivamente, y Carmen Lomana acudió en su ayuda señalando que la pobre mujer estaba tan abrumada que ya no sabía ni dónde tenía la cabeza. Por su parte, Sonsoles demostró un gran nivel de profesionalidad y humanidad, recordando en tono de broma su nombre y el del canal. «Mari Carmen, ¡no pasa nada! Llámame como quieras», dijo riendo. «¡Con tantos problemas que tiene la pobre, como para preocuparse por con quién está hablando!». Estas palabras desataron una ovación del público, que aplaudió el tacto y el sentido del humor de la presentadora.





