
Barcelona, ciudad de ritmo incesante, volvió a rendir homenaje a uno de sus hijos más ilustres: Antonio González, conocido mundialmente como «El Pescaílla». El día de la patrona de la ciudad, La Mercè, el 24 de septiembre, familiares y allegados se reunieron en la confluencia de las calles Fraternitat y de la Llibertat, donde se encuentra la placa conmemorativa. Este lugar, cuna del creador de la rumba catalana, se convirtió de nuevo en punto de encuentro para todos los que valoran su aportación a la música. Al homenaje asistieron sus hijas, la incomparable Lolita Flores y la bailaora Antonia González Amaya. Junto a ellas estuvo el hijo de Antonia, el guitarrista Carlos Carmona González, heredero de la sangre de dos legendarias sagas musicales.
Lolita Flores, que recientemente llenó durante tres semanas el teatro Goya de Barcelona con su obra «Poncia», compartió emotivos recuerdos. Destacó la cercanía de su relación con su padre, a quien definió como «abuelo con mayúsculas». Por aquellos años, Carlos Carmona González solía acompañar a su primo Antonio Carmona, aunque hoy sigue su propio camino. Junto a Antonio Montoya fundó el grupo «Montoya y Carmona», continuando así una trayectoria de tradiciones gloriosas. Su padre es Carlos Habichuela, guitarrista, y su tío fue el mítico Juan Habichuela, fallecido en 2016, un virtuoso cuya guitarra acompañó a las voces más grandes del flamenco, desde Rafael Farina hasta Enrique Morente.
La relación entre los clanes Flores y Carmona siempre ha sido mucho más que parentesco; fue una simbiosis creativa que regaló a España numerosos éxitos musicales. Sus actuaciones y grabaciones conjuntas forman parte esencial del ADN cultural del país. Uno de los momentos más emotivos y emblemáticos de su colaboración fue el dúo del grupo Ketama con Antonio Flores. Su canción «Vente pa’ Madrid», incluida en el álbum en vivo «De akí a Ketama», arrasó en las listas en 1995, convirtiéndose en himno generacional y en símbolo de la amistad indestructible entre ambas familias.
El nombre de Antonio Flores recobró especial fuerza recientemente gracias al documental «Flores para Antonio» de Movistar+. El proyecto, impulsado por su hija, la talentosa actriz Alba Flores, resultó ser toda una revelación. Con el apoyo de toda la familia —su madre Ana Villa, tías, amigos y seres queridos— Alba logró crear un retrato increíblemente íntimo y profundo de su padre. La película, estrenada a finales del año pasado, no solo recordó el genio de Antonio, sino que mostró que su legado sigue vivo, vigente y es de importancia fundamental para la cultura española contemporánea.






