En lo profundo de la provincia de Alicante, lejos del bullicio de las playas turísticas, se encuentra el pintoresco pueblo de Xaló. Ubicado en la comarca de la Marina Alta, este municipio ofrece a los viajeros una combinación única de tradición vitivinícola, un rico patrimonio histórico y paisajes naturales impresionantes. Situado en el valle de Pop, Xaló ha sabido conservar su autenticidad, convirtiéndose a la vez en un atractivo destino para el enoturismo y el descanso tranquilo.
Una de las principales características del casco histórico de Xaló es su singular legado cerámico. En las fachadas de muchos edificios se pueden ver antiguos paneles cerámicos (retablos cerámicos) de los siglos XVIII y XIX. Estos azulejos, que representan santos, no solo adornan las calles, sino que además dan nombre a éstas, convirtiendo el paseo por el pueblo en una auténtica visita a un museo al aire libre. El edificio más emblemático del municipio es la Iglesia Parroquial de Santa María, de estilo neoclásico y que alberga la venerada imagen de la patrona local.
Cada sábado, la vida en Xaló gira en torno a la Ermita de Santo Domingo. En este lugar se celebra el famoso mercadillo de antigüedades, que atrae a numerosos visitantes de toda la comarca. En sus puestos se pueden encontrar objetos antiguos, artesanía local y productos tradicionales. Este mercado se ha convertido no solo en un sitio para comprar, sino en un verdadero evento social y cultural, símbolo de la hospitalidad y el espíritu vibrante del municipio.
La viticultura es una parte fundamental de la economía y la cultura de Xaló. Las bodegas locales abren sus puertas a todos los interesados, ofreciendo la oportunidad de conocer el proceso de elaboración del vino y degustar sus mejores variedades. El enoturismo se ha convertido en una de las principales áreas de desarrollo de la región, permitiendo a los visitantes sumergirse en el ambiente rural y descubrir más sobre las tradiciones centenarias de la viticultura que han dado forma al paisaje y la vida local.
Para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre, Xaló cuenta con una extensa red de rutas de senderismo. Uno de los recorridos más populares conduce a las ruinas del Castillo de Aixa, situadas en la cima de una montaña. Desde allí se disfruta de una vista panorámica impresionante de todo el valle cubierto de viñedos. En los alrededores también se conservan monumentos etnológicos únicos, como el antiguo depósito de agua Bassa dels Arcs y las tradicionales construcciones para secar pasas conocidas como riuraus, que evocan el pasado agrícola de la región.
Así, Xaló se presenta como un destino multifacético para los viajeros. Esta localidad ofrece una armoniosa combinación de enriquecimiento cultural, experiencias gastronómicas y contacto con la naturaleza, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan una experiencia auténtica en el interior de España.
