
En la comunidad autónoma de Galicia, en la costa del Atlántico, se encuentra uno de los lugares de peregrinación más enigmáticos y venerados de España: el santuario de San Andrés de Teixido (San Andrés de Teixido). Por su importancia, solo es superado por la mundialmente famosa catedral de Santiago de Compostela. Este sitio, envuelto en antiguas tradiciones y leyendas místicas, atrae a miles de fieles y turistas que buscan acercarse a su historia única.
El elemento central de la cultura local es una creencia reflejada en el refrán gallego: «Vai de morto quen non foi de vivo», que significa “Quien no lo visitó en vida, irá después de muerto”. Según la leyenda, el apóstol Andrés llegó a estas tierras, pero su templo permanecía vacío, mientras que multitudes acudían a venerar las reliquias del apóstol Santiago en Compostela. El santo, entristecido, recibió de Dios la promesa de que ninguna alma entraría en el cielo sin antes visitar su santuario. Otra versión de la tradición sostiene que quien ignore este lugar en vida, estará obligado a peregrinar tras la muerte, reencarnando tres veces en animal.
La peregrinación a San Andrés de Teixido está marcada por numerosos rituales. Una de las principales tradiciones es visitar la «Fuente del Santo» (Fonte do Santo) con tres caños. Los peregrinos beben de su agua mientras piden un deseo, ya que se cree que posee propiedades curativas. Además, los peregrinos dejan piedras en montículos especiales llamados «milladoiros», como prueba de su paso por el lugar. Estos montones de piedras, dispersos por todo el camino hacia el santuario, simbolizan la carga de los pecados que se deja atrás.
En las calles locales se pueden adquirir souvenirs únicos. Entre ellos destacan los «sanandresiños», pequeños amuletos de miga de pan que, según la creencia, traen suerte y protegen contra el mal. Otro elemento popular es la «hierba del amor» (herba de namorar), la cual, según la tradición, se debe colocar discretamente en el bolsillo de la persona amada para despertar sentimientos recíprocos. La visita tampoco está completa sin degustar los tradicionales rosquillas (rosquillas) de la zona.
El propio santuario, construido entre los siglos XVI y XVII en estilo gótico marinero, se ubica en el pintoresco entorno de la Serra da Capelada (Serra da Capelada), en el municipio de Cedeira (provincia de La Coruña). El templo está rodeado por algunos de los acantilados más altos de la costa continental europea, conocidos como los acantilados de Vixía Herbeira. En el interior de la iglesia se conservan numerosas ofrendas votivas de marineros y peregrinos, que dan testimonio de la profunda fe y gratitud hacia el santo patrón.
Se puede llegar al santuario siguiendo la antigua ruta de peregrinación «Camiño Vello», de unos 40 kilómetros. El camino atraviesa paisajes pintorescos, pasando por antiguos asentamientos castreños y viejos molinos. La culminación de la peregrinación tiene lugar el 8 de septiembre, día de San Andrés, cuando en este rincón apartado de Galicia se reúne especialmente mucha gente para rendir homenaje al santo y participar en las celebraciones, donde la fe cristiana se entrelaza con antiguos mitos y tradiciones populares.






