
En los últimos meses, España ha experimentado un notable aumento en la actividad de los movimientos de extrema derecha, que cada vez atraen a más jóvenes seguidores. Organizaciones como Núcleo Nacional y Democracia Nacional, junto con asociaciones falangistas, han pasado del margen de la vida política al centro de la atención.
En Madrid se celebró una manifestación multitudinaria donde jóvenes mostraron abiertamente símbolos asociados a ideologías radicales. Núcleo Nacional, que agrupa a partidarios del nacionalsocialismo, el franquismo y el carlismo, ha inaugurado un local propio en la capital, donde, además de retratos de polémicas figuras históricas, incluso han instalado un gimnasio. La organización trabaja activamente para ampliar su base de seguidores organizando eventos dirigidos a jóvenes, incluyendo veladas de boxeo en las afueras de Algete.
Democracia Nacional, fundada en 1995, prepara un encuentro internacional de simpatizantes e insiste en ideas de exclusividad étnica. El líder del partido reconoce que la aparición de nuevas fuerzas políticas como Vox ha creado un escenario propicio para el crecimiento de corrientes aún más radicales, aunque persisten diferencias significativas entre ellos.
Los grupos falangistas, incluidos La Falange y Falange Española de las JONS, actúan de manera coordinada y organizan regularmente eventos masivos con predominio de jóvenes entre los asistentes. Su popularidad entre la juventud no solo se debe a su ideología, sino también al eficaz uso de plataformas de comunicación modernas.
El auge de la popularidad y la influencia de las redes sociales
Expertos señalan que las redes sociales y las herramientas digitales han desempeñado un papel clave en la difusión de las ideas de la ultraderecha. Gracias a ellas, las organizaciones radicales pudieron movilizar rápidamente a sus seguidores y atraer la atención hacia sus acciones. Imágenes visuales y símbolos que antes eran marginales, ahora ganan cada vez más visibilidad en el espacio público.
A pesar del aumento en su visibilidad y actividad, los logros electorales reales de la ultraderecha siguen siendo modestos. En las últimas elecciones, sus resultados estuvieron lejos de ser relevantes, aunque su influencia en el debate público y en la atmósfera política del país es indiscutible.
Perspectivas y desafíos para la sociedad española
Analistas destacan que el reciente auge del interés por la ultraderecha está relacionado con un cambio general en las tendencias políticas entre los jóvenes. Nuevas marcas y proyectos tradicionalistas aprovechan esta tendencia para afianzar su posición. Sin embargo, a pesar de su actividad y notoriedad, estos grupos aún no tienen la capacidad de alterar seriamente el equilibrio de fuerzas en el parlamento.
No obstante, su presencia y retórica agresiva ya ejercen presión sobre la agenda política y generan preocupación entre expertos y figuras públicas. La pregunta sobre hasta qué punto este fenómeno arraigará en la sociedad española sigue abierta.






