
En la provincia de Girona ha concluido un proceso judicial que ha conmocionado a toda Cataluña. El tribunal dictó una sentencia sin precedentes: un vecino de Campdevànol, de 39 años, pasará el resto de su vida en prisión por un delito extremadamente grave contra su joven pareja. Es la primera vez en la historia de la región que se aplica la pena más severa: cadena perpetua con posibilidad de revisión.
La tragedia ocurrió en septiembre de 2022. Durante varios días, el hombre sometió a su compañera de 21 años a torturas insoportables que terminaron con su muerte. La investigación determinó que el agresor actuó con especial brutalidad y sangre fría, empleando no solo la fuerza física sino también objetos peligrosos. El tribunal lo declaró culpable de varios delitos: asesinato con agravantes, violencia sexual y maltrato continuado.
La acusación solicitó la pena máxima, y el tribunal respaldó plenamente esta petición. Además de la cadena perpetua, el condenado recibió 17 años adicionales de cárcel por los actos violentos cometidos. La defensa intentó reducir la condena argumentando problemas de salud mental y adicción a las drogas, pero el tribunal no consideró suficientes estos motivos para rebajar la pena.
La familia de la víctima recibirá una indemnización
Una parte importante de la sentencia también fue la responsabilidad civil. Los padres de la joven fallecida recibirán 200.000 euros cada uno, su hermana la misma cantidad y la tía 20.000 euros. Además, al condenado se le prohíbe acercarse a los familiares de la víctima a menos de 500 metros durante diez años tras su liberación, y se le impuso una vigilancia de cinco años.
Un precedente clave para la jurisprudencia en Girona
Esta sentencia se ha convertido en un hito para todo el sistema judicial de la región. La cadena perpetua revisable solo se aplica en casos de delitos especialmente graves, cuando existe extrema crueldad y un peligro para la sociedad. Ahora, este caso pasará a la historia como ejemplo de la pena más severa prevista por la legislación española.
La resolución judicial subraya que crímenes de este tipo no quedarán impunes y que las víctimas y sus familias pueden esperar justicia y protección.





