
En la tarde del 14 de septiembre, en la zona del espigón norte de Melilla, agentes de la Guardia Civil avistaron una lancha motora sospechosa. A primera vista, parecía que a bordo solo estaba el piloto, pero sus maniobras levantaron sospechas entre los patrulleros.
Cuando la patrullera se acercó y exigió que se detuviera, el capitán ignoró la orden e intentó huir, llegando incluso a embestir la embarcación oficial. Tras la colisión, la patrullera sufrió daños significativos, pero la persecución continuó.
Una vez que lograron detener la lancha, se procedió a una inspección minuciosa. En un pequeño compartimento bajo cubierta hallaron a seis adultos, presuntamente procedentes del Magreb. Ninguno portaba documentación identificativa. A pesar de la situación de estrés, no fue necesaria atención médica, ya que todos se encontraban en estado satisfactorio.
Los detenidos fueron trasladados a los servicios correspondientes para los trámites previstos por la ley. La embarcación, matriculada en Melilla, fue llevada a un depósito para su peritaje. El capitán permanece bajo custodia, acusado de organizar un cruce ilegal de fronteras y violar los derechos de extranjeros.





