
En 2025, la situación política en España evidencia cambios significativos, especialmente en Cataluña y Murcia. En estas regiones, cobran protagonismo las fuerzas que abogan por el endurecimiento de la política migratoria. Las formaciones que centran su discurso en cuestiones de identidad nacional y en la restricción de derechos para los recién llegados ocupan ahora el foco mediático.
En Cataluña, antiguo epicentro de los debates sobre la independencia, ahora se observa un cambio de prioridades. El tema de la secesión pierde relevancia y cede paso a discusiones sobre la migración y la preservación de las particularidades culturales. Según el último estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas, los partidos Vox y Aliança Catalana han aumentado sensiblemente su apoyo entre los votantes. Vox podría obtener entre 12 y 14 escaños en el parlamento, mientras que Aliança Catalana lograría entre 10 y 11. Estos datos reflejan el creciente interés por partidos que abogan por medidas duras frente a los migrantes.
En Murcia se registran tendencias similares, con un aumento en el respaldo a fuerzas políticas centradas en la defensa de los valores tradicionales. También aquí crece la influencia de partidos que proponen restringir los derechos de los extranjeros y reforzar el control sobre su permanencia. En ambas regiones se da un enfoque común: resaltar la preservación de la identidad local y oponerse a la llegada masiva de nuevos residentes.
Cabe destacar que el aumento de popularidad de estos partidos ocurre en un contexto de menor interés por la independencia de Cataluña. Actualmente, solo el 40% de los habitantes de la región apoya la secesión, mientras que el 52% se opone. A pesar de ello, el número de escaños que podrían obtener las formaciones independentistas sigue siendo alto — entre 62 y 68. Sin embargo, estas cifras ya no tienen el mismo significado, ya que el panorama político está cambiando y nuevas coaliciones se están formando en torno a temas de migración e identidad.
Expertos señalan que son posibles alianzas inesperadas entre la derecha tradicional y los nuevos movimientos radicales. En conjunto, estas fuerzas podrían obtener entre 64 y 70 escaños en el parlamento, reflejando así un desplazamiento del centro político hacia la derecha. Los temas relacionados con la migración se están convirtiendo en clave para la formación de nuevas mayorías parlamentarias.
Así, Cataluña y Murcia se convierten en indicadores de los cambios en la política española. Aquí se observa claramente el paso de los antiguos conflictos a nuevos desafíos relacionados con la migración y la defensa de la identidad cultural.




