
En las afueras de Madrid, la policía desmanteló un centro ilegal donde se realizaban procedimientos con medicamentos prohibidos y caducados. La propietaria del establecimiento, sin formación médica, ofrecía servicios a precios bajos, lo que atraía a numerosos clientes.
La investigación comenzó tras la denuncia de ciudadanos que notaron actividad sospechosa en un local que se hacía pasar por un salón de belleza convencional. Las autoridades revisaron las redes sociales del establecimiento, donde se promocionaban activamente inyecciones y tratamientos baratos con toxina botulínica y rellenos.
Durante la inspección realizada el 16 de julio, los agentes encontraron en un armario oculto tras un panel publicitario una gran cantidad de medicamentos no registrados en la Unión Europea. Entre ellos había ampollas con toxina y ácido hialurónico, así como envases con la fecha de caducidad vencida. Todos los productos se almacenaban sin cumplir normas sanitarias, lo que suponía un riesgo para la salud de los visitantes.
En otra habitación hallaron una maleta llena de jeringas, agujas y frascos, algunos ya caducados. Los residuos médicos no se eliminaban de forma adecuada y los procedimientos se realizaban en condiciones alejadas de los estándares de seguridad.
Como resultado de la operación, la policía confiscó todas las sustancias y herramientas encontradas. La mujer que gestionaba el salón fue detenida bajo sospecha de ejercer actividad médica ilegal y de infringir las normas sobre el manejo de medicamentos. Continúa la investigación sobre posibles amenazas a la salud pública.





