
En la pequeña localidad catalana de Garriguella, situada en la provincia de Girona, se ha desatado un gran escándalo. Los vecinos aún no logran asimilar la noticia de la detención de un hombre de 51 años, sospechoso de violar a su vecina de 91 años. El juzgado de Figueres ha ordenado su ingreso en prisión provisional sin fianza.
Según la investigación, el hombre, que residía en Garriguella desde hacía menos de dos años junto a su familia, logró ganarse la confianza de la anciana. La visitaba con frecuencia, le ayudaba con las tareas domésticas y se ofrecía a arreglar cosas en la casa. Los vecinos destacaban que era cordial y procuraba mantener buenas relaciones con todos. Sin embargo, tras esa aparente amabilidad se ocultaban otras intenciones.
Un día, aprovechando que la mujer mayor se encontraba sola en casa, el hombre se coló en su vivienda. En ese momento no había ni familiares ni cuidadora presentes. Según la versión de los investigadores, cometió actos sexuales forzados sin necesidad de usar la violencia física, debido a la avanzada edad y el estado de salud de la víctima.
Tras enterarse de lo ocurrido, la familia avisó de inmediato a la policía y llevó a la mujer al hospital para un reconocimiento médico. A los pocos días, la policía detuvo al sospechoso. Después de pasar dos días en el calabozo, fue trasladado a los juzgados donde se le imputó un delito de agresión sexual con penetración.
Se sabe que el detenido ya había tenido problemas con la ley, aunque nunca antes había sido implicado en delitos de este tipo. Las autoridades investigan si intentó aprovechar la confianza de su vecina mayor con fines de lucro. Actualmente el hombre se encuentra en prisión preventiva y la investigación sigue en curso. Los vecinos están conmocionados por lo ocurrido y debaten sobre las medidas de seguridad para las personas mayores en pequeñas localidades.






